El dinero que lanza la gente para cumplir sus deseos vuelve a la gente de una forma u otra
Seguramente muchos de vosotros hayáis lanzado alguna vez una moneda a una fuente, aunque sea de manera inconsciente porque se ha convertido en un gesto natural. Pero ¿alguna vez os habéis preguntado qué pasa con esas monedas? ¿A dónde van a parar?
Estamos acostumbrados a ver lanzar monedas en varias de las fuentes más famosas del mundo, siguiendo una tradición o una creencia popular, normalmente ligada a la buena suerte. Seguramente nosotros mismos lo hayamos hecho en más de una ocasión, tal vez sin pensar en todo esto y simplemente cumpliendo con algo que no sale de manera natural, porque se ha convertido en algo natural.
Tanto es así, que quizá nunca os hayáis preguntado que se hace con todo el dinero (y es mucho) que las fuentes terminan guardando al final de un día, una semana o de un mes. ¿Dónde acaba ese dinero? ¿Tiene algún destinatario? ¿Permanece para siempre en el fondo de las fuentes en cuestión? ¿Cuál es su futuro?
Un caso peculiar lo encontramos en el centro comercial más grande de Estados Unidos, el Mall of America. Las monedas que lanzan las personas, y se estiman que son unos 2.000 dólares por mes, están destinados a organizaciones benéficas establecidas cada año. Las organizaciones que quieran obtener esta ayuda ciudadana deben postularse para ser seleccionadas en la página web del centro comercial.
¿Qué hay de la Fontana de Trevi, en Roma? Las monedas que se lanzan también tienen fines sociales. Lo recaudado diariamente está destinado a labores humanitarias: sirve para financiar comedores sociales y asilos para personas sin hogar, abandonadas. Así, siempre que lancemos una moneda a la fuente para volver a la capital italiana (porque eso es lo que cuenta la leyenda), estaremos ayudando a una persona.
Otra de las fuentes más famosas del mundo se encuentra en Las Vegas y pertenece al hotel Bellagio. El espectáculo de luces que ofrece también está ahí por una buena causa (entre otras cosas): las monedas que se recogen, normalmente cada dos o tres meses, son destinadas a una ONG llamada Habitat for Humanity, cuya principal labor es construir viviendas en países del tercer mundo.
Otro ejemplo en Estados Unidos. La cadena de restaurantes Rainforest Café también dona el dinero que recoge de sus diversas fuentes a asociaciones benéficas, en este caso a las que tienen como objetivo la protección del medio ambiente, pues esta cadena tiene como temática principal la naturaleza.
Estos son sólo algunos ejemplos de varias de las fuentes más famosas del mundo y de todas ellas extraemos una lección: el dinero que lanza la gente para cumplir sus deseos o para volver a la ciudad en cuestión, vuelve a la gente de una forma u otra.