Un destino para amantes de los libros
Puede que como los vecinos de Quintanalara seas todo un amante de los libros. Entonces no puedes dejar de visitar este pueblo de Burgos: te sorprenderá.
Si eres un amante de los libros, Quintanalara es el lugar perfecto para ti: tiene una biblioteca con más de 16.000 ejemplares. Y no es una biblioteca como otra cualquiera, sino que se ha convertido en todo un atractivo turístico que hace que este pequeño pueblo de Burgos reciba muchos más visitantes que habitantes tiene.
Porque Quintanalara cuenta con solamente 33 habitantes censados, pero de ellos nada más 9 viven en esa pequeña localidad burgalesa durante todo el año. Así que si las personas que viven allí adoran la lectura, entonces lo tienen bien: tocan a más de 1000 libros por cabeza.
Con este proyecto, Quintanalara quería convertirse en un punto turístico y cultural. Quería fomentar la cultura y pasar a ser un lugar de encuentro. Y en cierta forma lo consiguió en 2016, cuando esta particular biblioteca abrió sus puertas para poner a disposición de todo el mundo los libros que los vecinos –tanto de Quintanalara como de otros pueblos– y algunas instituciones como la Universidad de Navarra donaron. ¿Qué tiene de especial? Pues en primer lugar, como hemos dicho, que tiene muchísimos más libros que habitantes.
Pero eso no es todo, sino que además no funciona como el resto de bibliotecas que conocemos. En Quintanalara no se cogen prestados los libros de la biblioteca para devolverlos al cabo de un par de semanas o un mes. La biblioteca de Quintanalara funciona con un sistema de intercambio. Es decir, los visitantes escogen un libro y dejan en su lugar alguno de los que tenían en casa.
De esta manera, la biblioteca de Quintanalara renueva sus libros constantemente. Aunque lo cierto es que les gustaría renovar también el espacio en sí... Algo que conseguirán pronto porque un vecino ha decidido ceder un local todavía más grande que el actual.
De esta manera podrán poner a disposición de todo el mundo muchos más libros que ahora tienen en depósito por culpa de la falta de espacio. Y podrán crear por fin una zona en la que los amantes de la lectura puedan sentarse a leer algún que otro ejemplar a la misma vez que se reúnen que personas con los mismos gustos y, por qué no, acuden a las actividades y actos que tienen pensados organizar.