AL NORTE DE BERLÍN
Al 80 kilómetros al norte de Berlín estaba Ravensbrück, un campo de concentración solo para mujeres del que nadie quería hablar.
En muchas ocasiones hemos escuchado hablar de los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau, Mauthausen, Sachsenhausen , Treblinka, Dachau..., ya que son los más conocidos debido a las atrocidades cometidas allí. Son muchas las personas que, cuando viajan a alguna zona de Alemania, quieren visitar estos lugares, que actualmente conservan las cámaras de gas y los hornos crematorios que para entonces usaban.
Sin embargo, hay un campo de concentración del que nadie quería hablar y que era únicamente para mueres: El campo de concnetración de Ravensbrück. Ravensbrück abrió sus puertas en mayo de 1939, poco antes de que empezara la guerra, fue uno de los primeros en existir y el último en ser liberado (1945).
Ravensbrück se encontraba a 80 kilómetros al norte de Berlín y, como ya hemos dicho anteriormente, era específicamente para mujeres. A finales de la Segunda Guerra Mundial, por este campo de concentración llegaron a pasar aproximadamente 130.000, de las cuales entre 30.000 y 50.000 murieron de hambre, agotamiento, frío, por las balas o el gas administrado, tal y como cuenta el medio BBC.
Algunas de las internas en Ravensbrück eran judías, pero la mayoría no lo eran, pues había prisioneras políticas, gitanas, enfermas mentales o "asociales", es decir, prostitutas o cualquier mujer que los nazis consideraran "inutil". En la primavera de 1941, las SS establecieron un pequeño campamento adyacente para hombres internos, que construyeron y administraron las cámaras de gas del campo en 1944.
En total, unas 132.000 mujeres procedentes de 40 países padecieron humillaciones y atrocidades varias durante su estancia en el campo de concentración de Ravensbrück, que tenía como actividad trabajos de tejido, cestería y confección de uniformes. Entre todas las mujeres que pasaron por allí, hubo un grupo de 400 españolas, de las cuales tan solo sobrevivieron 11.
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