UNA PRÁCTICA POPULAR
'Omotenashi' es como mejor podríamos describir el servicio al consumidor en Japón. Significa entre otras cosas, dar la mejor atención al cliente. La hospitalidad está tan integrada en la vida de los japoneses, que no consideran un trato de calidad como un mérito que deba ser remunerado. Por este motivo, no se dejan propinas en Japón.
Con solo cambiar de continente y dirigirnos a Asia, podemos sentir que estamos en otro planeta. Esto nos recuerda a lareacción de una turista al pedir un vino en Corea del Sur, pues la copa era de plástico e iba envasada, entre otros aspectos.
Un país vecino que también nos puede sorprender es Japón. El País del Sol Naciente no solo es conocido por sus 'smart toilets' o los retretes con chorro de agua, pues además de ser extremadamente limpios en sus calles, son considerados por muchos otros aspectos.
El país de los terremotos, los cerezos en flor, la dicotomía entre lo moderno y lo tradicional, también tiene una reputación por su maravillosa gente. Y es que además de identificarse como 'pudorosos' a la hora de hacer muestras de afecto en público, son extremadamente hospitalarios y serviciales.
Estas cualidades se pueden señalar sobre todo en lugares públicos donde prima el servicio al consumidor, como hoteles, gasolineras, restaurantes, etc. Y es que recientemente, te contamos sobreel mapa con la propina que tienes que dejar en cada país del mundo, un estudio hecho por Hawaiian Islands que tuvo en cuenta el protocolo de propinas en distintos establecimientos, en más de 160 países, para determinar la mejor opción posible. Ahora te queremos hablar sobre la amabilidad de los japoneses, pues la propina no existe en este país.
Has leído bien, se trata de la cultura 'omotenashi', un movimiento empresario creado en Japón que tiene como premisa fundamental ofrecer un buen servicio y hospitalidad a los clientes. La nación está tan acostumbrada a recibir un buen trato en los establecimientos, que ha normalizado desde hace tiempo un servicio al consumidor con una calidad óptima. Por ello, no intentes dejar una propina en Japón, pues irán corriendo detrás tuya a devolvértela.
Definitivamente, la amabilidad está tan integrada en sus vidas que no ven esto como un mérito que deba ser premiado. Por ejemplo, en los restaurantes del país que aún conservan sus tradiciones, los 'izakaya', en cuanto entras por la puerta te ofrecen una toallita de agua caliente para que te limpies las manos, y acto seguido te piden la bebida, que es servida con un pequeño aperitivo para que esperes mientras llega el plato principal.
Por lo tanto, podemos demostrar nuestra gratitud con un 'arigato gozaimasu' o dejando una reseña positiva en sus webs principales.