ECOTURISMO
Valencia es la primera ciudad del mundo en calcular no solo la huella de carbono del turismo sino también la huella hídrica.
Estamos ya muy acostumbrados a oír hablar de la huella de carbono del turismo y de los planes en unos y otros sectores para reducirla, en el caso del transporte, o incluso llegar a una huella neutra en los ámbitos en los que sea posible pero resulta más novedoso plantear el concepto huella hídrica; claro que en zonas como nuestra costa Mediterránea donde el agua es un bien preciado, resulta realmente interesante. Valencia es la primera ciudad del mundo que no solo calcula la huella hídrica de la actividad turística sino que se plantea alcanzar la huella neutra tanto de carbono como hídrica y hacerlo además manteniento el turismo ¿cómo lograrlo? alcanzando un equilibrio sostenible en toda la actividad turística.
En el marco de la Estrategia de Turismo Sostenible desarrollada por el Ayuntamiento de Valencia se ha realizado un estudio que calcula el impacto de las acciones humanas sobre los recursos hídricos de la ciudad, en particular el consumo y la contaminación del agua dulce que producen, ya sea directa o indirectamente, las actividades turísticas (transporte, hoteles, restaurantes, locales de ocio...). ¿Y para qué hacer estos cálculos? Para saber de dónde partimos y poder llegar, en el año 2025, a la huella hídrica neutra.
Lo cierto es que Valencia es una de las ciudades de mayor eficiencia hídrica pero la actividad turística desvirtúa parcialmente esa eficiencia; actualmente la huella hídrica por turista y día, incluidos cruceristas y excursionistas, es de 0,315 metros cúbicos; de esa cantidad solo el 16% corresponde al consumo directo de agua por parte de los viajeros, el resto se debe a los procesos que implica la producción de bienes y servicios para los turistas y el uso del transporte; conocer estos datos es el primer paso para buscar las oportunidades para reducirlos, ese el paso al que Valencia se enfrenta a hora ¿y cómo podemos, como viajeros, contribuir?.
La respuesta es obvia y aplica tanto a Valencia como a cualquiera que sea nuestro destino, hemos de valorar el agua dulce como algo valioso, como un recurso que tenemos que podríamos dejar de tener, es más que muchos lugares no tienen...