ISLAS CANARIAS
Este lugar cuenta con varios edificios que pertenecen al municipio de Arico y servían para ayudar a los leprosos durante la enfermedad en las Islas Canarias hace décadas. Hoy en día están abandonados.
En España podemos encontrar multitud de lugares que actualmente están abandonados, pero años atrás tenía una función. Uno de ellos esel Sanatorio de Tuberculosos de Murcia que cuenta con historias misteriosas y leyendas.
En este caso, vamos a ir hasta la isla de Tenerife para encontrar el Sanatorio de Abades que se encuentra en el municipio de Arico, entre Abades y la Punta de Abona. Este sitio fue construido para atender a los leprosos que había en la zona y muchos años después el edificio está rodeado de leyendas e historias sorprendentes.
Las Islas Canarias fue una de las zonas de España en la que hubo un brote importante de lepra, además de otras enfermedades infecciosas. A pesar de que hubo muchos contagios en la isla, nunca llegó a ser una pandemia.
Todos los que se contagiaban de lepra debían vivir por comunidades ya que era un estigma en la sociedad y se creía que era un castigo divino. Concretamente en Tenerife, se tomaron medidas de aislamiento por lo que se mandó construir una casa de acogida para los enfermos de lepra. Este proyecto no salió adelante y fueron trasladados al Hospital de San Lázaro de Gran Canaria que es conocido por el 'Valle de la muerte'.
Finalmente Tenerife fue la zona de España con más casos de lepra diagnosticados. En 1943 el Cabildo de Tenerife construyó el Sanatorio de Abades, aunque en esa época la enfermedad ya tenía cura. Lo más curioso es que la leprosería fue abierta mientras en el resto del mundo se estaban cerrando.
El Sanatorio de Abades fue una construcción con hospital, crematorio, escuelas, edificios administrativos y una iglesia. Como consecuencia de la mejora de la enfermedad, nunca llegó a recibir ningún leproso ya que la medicina había avanzado y se desaprobaba la reclusión de los enfermos.
Por eso, en los años 70 fue un edificio militar para practicar tiro. Los militares usaron los edificios que estaban en mejor estado, aunque años más tarde la zona fue desmilitarizada. En el año 2002 el terreno se vendió a un promotor italiano que tenía como objetivo construir un complejo turístico.
Todo esto no llegó a realizarse y en la actualidad el complejo de edificios se encuentra abandonado por completo. En las paredes se pueden ver grafitis y en el suelo basura y escombros. La entrada al sanatorio está prohibida por el riesgo de derrumbe, pero muchos fotógrafos, jóvenes y aficionados al paintball acuden a él.
Como ya es habitual en lugares como este, hay varias historias misteriosas como que dentro de los edificios se han realizado rituales. Además, muchas leyendas advierten de que hay presencias paranormales por lo que se viven situaciones tenebrosas. El conjunto de los rituales y las presencias de espíritus, hacen que a día de hoy sea un lugar siniestro que solo los más atrevidos son capaces de adentrarse en él.
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