PORTUGAL
Una de las edificaciones más sorprendentes que podemos encontrar en Nazaré (Portugal) es el Santuario de Nuestra Señora de Nazaré.
El Santuario de Nuestra Señora de Nazaré es una de las edificaciones más sorprendentes que podemos encontrar en esta ciudad portuguesa. En ese mismo lugar se venera la imagen de Nossa Senhora de Nazaré, traída desde Mérida en el año 711 por Fray Romano. Este monje huyó de los musulmanes desde el convento de Cauliniana.
Lo hizo junto a don Rodrigo, conocido por ser el último rey visigodo tras la sonada derrota de los cristianos en la Batalla de Guadalete. La historia dice que los dos buscaron refugio en un monasterio situado en las inmediaciones, haciendo especial mención a la conocida como iglesia de São Gião.
En Nazaré aún se pueden encontrar los tres santuarios en los que, a lo largo de los tiempos, fue venerada la imagen de esta virgen. La primera de ellas es una pequeña gruta situada en la ribera, donde Fray Romano vivió y fue sepultado. La segunda de ellas es la Capela da Memória, que se construyó por D. Fuas Roupinho.
En ese lugar la imagen se veneró entre 1182 y 1377. Finalmente, pasó a estar en el Santuario de Nuestra Señora de Nazaré, que se fundó en 1377 por el rey Fernando I. Bien es cierto que esta edificación comenzó a construirse en el siglo XVII hasta adquirir la forma que conocemos actualmente.
La fachada, que cuenta con enormes dimensiones, da cabida tanto a peregrinos como a participantes en la romería. Destaca por tener dos espectaculares campanarios pero, sobre todo, por estar flanqueada por dos edificios muy importantes en Nazaré. Estamos hablando, cómo no, del hospital y del antiguo palacio real.
Una de las cuestiones que más llama la atención de su interior son los azulejos holandeses, del siglo XVIII. Las pinturas de la sacristía tampoco se quedan atrás, puesto que describen la historia de ese milagro que salvó la vida a D. Fuas Roupinho, alcaide de Castelo de Porto de Mós. Éste tenía costumbre de cazar por la zona.
La leyenda asegura que, en una mañana nublada de 1182, D. Fuas Roupinho perseguía a un venado cuando, de un momento a otro, le vio desaparecer por el precipicio. No tardó en alarmarse por el peligro, así que pidió ayuda a la Virgen. En ese momento su caballo se detuvo, logrando salvar su vida. De ahí que tomara la decisión de construir la Capela da Memória en su honor.
La imagen de Nuestra Señora de Nazaré, muy venerada en la región, se encuentra en el altar de la iglesia. Año tras año, atrae un gran número de turistas y devotos, sobre todo el día 8 de septiembre. Un rincón en Portugal digno de visitar por la magia que desprende y, sobre todo, su historia.