VIAJE CON AROMA
La fabricación de las varitas de incienso de color rojo, conforman una labor de tres pasos distintos: creación del aroma, adherir la mezcla a los palillos y finalmente secado. Así, ya todo está listo para el Nuevo Año Lunar vietnamita.
Vietnam se viste de rojo: numerosos turistas y fotógrafos acuden muy a menudo al país para ver de cerca este fenómeno tan popular del secado de incienso de las baritas rojas.
La producción de incienso en el país es de lo más común por parte de las familias humildes, especialmente en la aldea de Quang Phu Cau, a escasos kilómetros de Hanoi, la capital del país. Con la llegada del Tet, comúnmente conocido como el Año Nuevo Lunar, es muy frecuente ver a los viajeros y aficionados de la fotografía contemplar este acontecimiento de color rojo.
En Vietnam se lleva fabricando incienso durante más de 100 años todos los días para la celebración del Año Nuevo, o su posterior exportación a países vecinos como China o India Ese espectáculo rojo, es más laborioso de lo que parece, pues el proceso de elaboración es bastante rígido para que todas las baritas queden iguales.
Elaboración del secado del incienso
Las varitas de bambú se pintan de color de rojo. La creatividad está en el aroma: se mezclan distintos ingredientes naturales como aceites esenciales con resina, hasta que la mezcla quede completamente homogénea con el olor deseado.
Una vez completada la mezcla, se pega a los palillos rojos. Algunos vietnamitas secan las varillas al sol, mientras que otros, deciden secarlos de forma artificial para que estas no sean arruinadas por el mal tiempo o la lluvia.
Simbología del incienso en el pueblo vietnamita
Los vietnamitas tienen la tradición de quemar tres varillas de incienso para honorar a los muertos y contactarse con ellos. A medida que el humo sube se cree que las plegarias se están escuchando porque van al más allá. El número de barritas es tres e impar, porque representa el Cielo, la Tierra y el Hombre.