NO SON SOLO COCHES
No siempre que queremos un taxi acabamos cogiendo un coche. Por todo el mundo, cada vez hay más alternativas al automóvil convencional.
Grandes, pequeños, eléctricos, de gasolina… lo habitual es que los taxis, aunque tengan colores y formas diferentes, sean siempre coches convencionales que se adaptan para servir con esta función pública. Sin embargo, hay lugares en los que los coches conviven con alternativas ecológicas o tradicionales que también tienen sus adeptos.
1. Bicitaxi. Es uno de los taxis más ecológicos, en tanto que no contamina. Ya los hay en ciudades como Barcelona, aunque son mucho más habituales en los países Latinoamericanos. Realmente, se trata de un triciclo en el que se habilita una zona para que puedan sentarse dos personas y, delante, como si fuera un cochero, el taxista pedaleando.
2. Golfitaxi. Es una modalidad de taxi que podemos encontrar en algunos países como México o Colombia, por el que se adapta un vehículo muy parecido a los carritos eléctricos propios de los campos de golf para el transporte de pasajeros. No permite grandes velocidades ni desplazamientos muy largos, pero son bastante originales.
3. Rickshaw o moto-carro. Son propios de la India y países vecinos. Este triciclo a motor se engalana con techo y todo tipo de decoración llamativa y permite moverse por toda la ciudad a un precio muy bajo. Muchos tienen el motor de una Vespa o parecido. Algunos también llaman rickshaw al bicitaxi.
4. Tana Rickshaw. Son propios de Calcuta y a sus taxistas también se les llama ‘hombres caballo’ porque hacen las veces de tracción animal para que se mueva el vehículo. Aunque hay acciones para retirarlos, es complejo porque para miles de personas muy pobres es el único sustento que tienen. También hay rickshaws movidos por personas en otros países, como en Japón, donde sí están más regulados.
5. Cocotaxi. En Cuba podemos encontrar este taxi que parece sacado de una película de dibujos animados. Sigue los parámetros convencionales de los triciclos, pero su forma ahuevada, de la que se extrae el nombre, lo hace del todo original. Sin duda, una forma divertida de moverse por La Habana.
6. Aerotaxi. Los más pudientes pueden reservar un vuelo directamente en un aerotaxi. Es como un chárter pero sin necesidad de mucha antelación. Eso sí, el coste suele ser bastante alto, por lo que queda casi limitado a millonarios y viajes de negocios urgentes que no pueden esperar.