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Una de las construcciones más famosas de Sevilla es la Torre del Oro, pero... ¿sabías que también existe una Torre de la Plata y una Torre del Bronce? ¡Te contamos todo lo que sabemos!.
La Torre del Oro de Sevilla es uno de los monumentos más populares de la ciudad, se trata de una torre albarrana situada en el margen izquierdo del río Guadalquivir, junto a la plaza de toros de la Real Maestranza. Pero... ¿sabías que en Sevilla también hay una Torre de la Plata y una Torre del Bronce?.
La Torre de la Plata tiene forma octogonal, siendo construida en el siglo XIII por los almohades. Está situada en la calle Santander y formaba parte de las Murallas de la ciudad, junto con la conocida Torre del Oro. Tal y como recoge la web de turismo de Andalucía, cuando Fernando III conquistó la ciudad fue rebautizada como Torre de la Victoria, aunque popularmente conservó siempre el nombre de Torre de la Plata.
En 1868 quedó totalmente aislada de la Torre del Oro y, a partir de ahí, su declive y abandono fue progresivo. Rodeada de edificaciones que no permitían su visión desde la calle, creció a su alrededor el Corral de las Herrerías, concebido como espacio ideal para construir una serie de viviendas que alojara a una población de bajo poder adquisitivo y cuya actividad laboral estaba vinculada a las industrias próximas, principalmente las del carbón y el hierro.
Fue refugio de indigentes hasta 1992, fecha en la que se restaura parcialmente con motivo de la Exposición Universal, derribando el Garaje Torre del Oro, que fue sustituido por un aparcamiento al aire libre y que, al menos, permite ver de cerca la histórica torre.
La Torre del Bronce (también conocida como Abdelaziz) es una torre de planta cuadrada que formaba parte del recinto defensivo de la ciudad de Sevilla. Fue construida durante el periodo de dominación almohade, entre finales del siglo XI y principios del siglo XII. Se encontraba en línea con la Torre del Oro y la Torre de la Plata, entre la actual Casa de la Moneda (Casa del Tesorero) y el Río Guadalquivir, aproximadamente, entre la calle Santo Tomás con la Avenida de la Constitución.
Se trata de una construcción que se descubrió en el año 2012 por el arqueólogo Gregorio Manuel Mora Vicente, con motivo de las obras de restauración de un edificio al que estaba adosada. Solo se conserva una parte de la base y el nombre ha sido propuesto recientemente, pues no existe constancia documental de ninguna otra denominación.