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Entre los verdes paisajes de la Axarquía malagueña se esconde un pequeño tesoro natural que pocos conocen, pero que ha sido un refugio de tranquilidad y bienestar durante siglos. Un antiguo balneario de aguas termales se convierte en el lugar perfecto para desconectar. Sigue leyendo para descubrirlo.
Málaga es conocida en todo el mundo por sus soleadas playas, y su amplia oferta cultural que va desde los museos de renombre internacional hasta sus tradicionales fiestas y ferias. Sin embargo, más allá de las concurridas localidades costeras, la provincia de Málaga alberga rincones que parecen detenidos en el tiempo, donde la naturaleza y la tranquilidad son los protagonistas.
Uno de estos lugares es el municipio de Periana, situado en la comarca de la Axarquía. Rodeado de olivos y con vistas al embalse de La Viñuela, Periana es un destino ideal para quienes buscan disfrutar de la Andalucía más auténtica. Pero, entre todos sus encantos destaca: los Baños de Vilo.
Los Baños de Vilo, un pequeño balneario natural, se encuentran a escasos 5 kilómetros del centro de Periana. Aunque hoy en día es un lugar de uso público y gratuito, en su origen fue un importante centro termal durante la época musulmana. Las aguas de este manantial brotan a una temperatura constante de 21 grados. Este balneario ya era conocido por sus propiedades curativas en el siglo XVIII, atrayendo a visitantes de toda la región en busca de alivio para sus males. El balneario original contaba con varias piletas y un complejo de instalaciones, pero, tras sufrir graves daños por una riada, fue parcialmente destruido y abandonado.
Posteriormente fue restaurado y a diferencia de otros balnearios modernos, los Baños de Vilo conservan un aire tradicional. El agua cristalina fluye en un pequeño estanque rodeado de paredes de piedra que recuerdan a las antiguas termas romanas. Rodeado de un entorno frondoso, junto al Arroyo de Guaro, los Baños de Vilo ofrecen un lugar perfecto para relajarse y desconectar. Aunque el lugar no cuenta con servicios de lujo, su simplicidad es lo que lo hace especial.
Este rincón no solo es atractivo por sus propiedades medicinales, sino también por la tranquilidad que ofrece. En un mundo tan acelerado, este lugar invita a la calma, al silencio y a reconectar con la naturaleza. Y, aunque su característico olor a azufre puede sorprender a algunos, los beneficios que se obtienen tras un baño en estas aguas no dejan indiferente a nadie.
Así, los Baños de Vilo no solo es un lugar para relajarse, sino también un punto de partida para descubrir la Málaga más desconocida, esa que aún conserva la esencia de lo tradicional y donde el tiempo parece detenerse.