LUGARES DONDE DARSE UN CHAPUZÓN
Siempre se asocia el verano al mar, a la playa, al descanso. Sin embargo, existe otra opción para refrescarse algo menos conocida y que te conectará con la naturaleza de forma instantánea.
Todos conocemos las piscinas tradicionales. Esas construidas en jardines, urbanizaciones, clubes deportivos y recintos municipales en las que nos refrescamos en verano. Sin embargo, existen otras que no requieren de los cuidados de las artificiales. No te escocerán los ojos por el cloro ni se te escamará la piel. En estos lugares podrás disfrutar de un refrescante baño al mismo tiempo que te regocijas en un entorno natural inigualable.
La península ibérica cuenta con ecosistemas variados y ricos en todo su territorio. Montaña, playa, ríos, mesetas… Vayas a donde vayas podrás disfrutar de lugares únicos en el mundo. Pero quizás no conozcas algunos de los más mágicos y refrescantes que se esconden en sus tierras. Te recomendamos algunas de las mejores piscinas naturales de España.
1. Garganta de los Infiernos, Cáceres, Extremadura
La Reserva Natural de Garganta de los Infiernos es un espacio protegido situado al norte de la provincia de Cáceres, en el extremo occidental de la Sierra de Gredos.
El lugar es realmente impresionante. Pequeñas cascadas recorren este emplazamiento formando un total de 13 piscinas naturales rodeadas de piedras de aspecto plano y suave, erosionadas por el paso del agua. Además, el lugar en sí es una auténtica maravilla debido a la riqueza de la flora y fauna de la zona. Los visitantes no solo querrán bañarse en las aguas de esta peculiar ‘garganta’, sino que, seguramente, se aventurarán a realizar algunos de los muchos senderos que hay, siempre que el tiempo acompañe.
2. El Parrizal de Beicete, Teruel
El Parrizal de Beicete es, quizás, uno de los lugares más desconocidos y bellos de España. Posee un increíble sendero sobre una pasarela de madera suspendida sobre las aguas del río Matarraña. Durante el paseo pueden verse las pinturas rupestres de la Fenellassa.
Podrás darte un chapuzón después de una intensa jornada de senderismo entre cañones y pequeñas cascadas. Un lugar mágico y único.
3. El Charco Azul, El Hierro, Gran Canaria
Esta piscina está localizada en la pequeña isla de El Hierro, en Agaete, una zona semiurbanizada en la que las olas del mar tienen una gran fuerza. Sin embargo, en este lugar casi secreto, el agua, dulce está en calma.
La gente tiende a pasar por esta zona sin prestarle mucha atención. No obstante, bañarse en estas aguas procedentes de las Montañas de Tirma es reparador. Tendrás una vista impresionante a los escarpados riscos y, si tienes suerte, verás a algún animalillo disfrutando también del baño. Eso sí, el caudal no es el mismo durante todo el año, por lo que encontrarás más o menos agua dependiendo de la fecha de tu visita.
4. Gulpiyuri, Llanes, Asturias
Esta peculiar piscina asturiana es, en realidad, una playa de interior. Aunque parezca raro, este monumento natural fue originado con la fuerza del agua del mar. La erosión de la piedra creó una cueva cuyo fondo se hundió, lo que originó un pequeño hueco circular de unos 50 metros de diámetro situado a 100 metros de la costa.
Algunos lo llaman el mar más pequeño del mundo y en sus aguas es cierto que siempre darás pie. Solo podrás refrescarte tumbado o de rodillas. Pero lo cierto es que el lugar tiene encanto, ya que se trata de un fenómeno poco común.
5. Las lagunas de Ruidera, Ciudad Real, Castilla-La Mancha
Estas piscinas naturales son un conjunto de pequeños lagos en el Campo de Motiel, entre las provincias de Albacete y Ciudad Real. Lo curioso de este lugar es que la mayoría de los lagos están conectados entre sí y los más grandes son la Laguna Colgada y la Laguna del Rey.
Aunque se trata de un espacio natural protegido, está permitido el baño en sus piscinas.
6. Pou Clar d’Ontinyent, Valencia
Esta piscina natural de agua cristalina está formada gracias al caudal del río Clariano. Está situada dentro del Paraje Natural Municipal Serra de l’Ombria-Pou Clar, en las inmediaciones de Ontiyent.
El paraje es bastante mágico y el agua de sus pozas totalmente transparente. Una vez que te sumerjas no querrás salir nunca. Eso sí, actualmente el lugar se encuentra cerrado al público debido a las medidas sanitarias impuestas para evitar la propagación del coronavirus.
7. Cantonigrós, Barcelona, Cataluña
Este bello paraje está formado por una roca hueca de la cual cae una cascada de 15 metros. Puedes bañarte en la poza rodeada de esta curiosa estructura rocosa. Además, posee “ventanas”, es decir, cavidades que dan al exterior, lo que hace que, a ciertas horas, se creen maravillosos juegos de luces.
8. El Calentón, Tenerife, Santa Cruz de Tenerife
Una de las características más fascinantes de las Islas Canarias es su origen volcánico, que le da un aspecto único y poco usual en España. De hecho, esta piscina natural que da al mar se formó en el año 1706, fruto de la erupción de un volcán y posee distintos charcos, como Las Viejas, Los Niños o Los Chorros.
Estas fascinantes piscinas se encuentran al noroeste de la isla, a los pies del Castillo de San Miguel.
9. Las Chorreras, Cuenca, Extremadura
Las piscinas naturales de Las Chorreras se encuentran en Enguídanos, en la provincia de Cuenca, y son todo un espectáculo natural de aguas turquesas. Los visitantes podrán disfrutar de cascadas, gargantas y pozas de tonalidades imposibles en un entorno boscoso y escarpado.
Esta agua tan clara y de color tan llamativo proviene del río Cabriel, considerado uno de los más limpios del continente. Las Chorreras fueron declaradas Monumento Natural en el año 2019.
10. Piscina natural de Aniol d’Aguja, Girona
En la región de La Garrotxa, en Girona, se encuentra esta impresionante poza de aguas cristalinas rodeada de árboles y rocas. Al fondo puedes ver una pequeña cascada que surte de agua la piscina natural.
Es todo un remanso de paz en el que los senderistas pueden refrescarse después de un largo y caluroso paseo.
Puedes ver todos estos mágicos lugares en este vídeo.