BLANCA NAVIDAD
¿Eres de los que sueña con gozar de una blanca Navidad? Si es así, sigue leyendo…
La nieve, a pesar del frío, tiene un halo de romanticismo; será por las chimeneas encendidas, por la cálida ropa de abrigo e, indudablemente, por la Navidad; ahora bien ¿cuántas veces has vivido una blanca Navidad? Probablemente pocas porque en diciembre la nieve ha hecho poco más que llegar a nuestro país ¿significa eso que las Navidades blancas son un mito? Nada más lejos de la realidad, existen y, si quieres disfrutarlas, podrás hacerlo, por ejemplo, en uno de estos cinco lugares:
Empezamos por Nuremberg porque esta ciudad alemana, aunque nos hace pensar inevitablemente en los juicios que pusieron punto y final a la II Guerra Mundial, celebra uno de los Mercados de Navidad más bonitos de Europa y, por supuesto, aquí nieva en diciembre…
Polonia es un país de arraigada tradición católica y su capital celebra una blanca Navidad realmente preciosa; el Arbol de Navidad más imponente de Varsovia está en la Plaza Principal, frente al Palacio Real, ese es el lugar ideal para empezar a callejear por el centro histórico de la ciudad bajo la romántica iluminación navideña.
¡Qué bonita es Austria siempre! ¡Y qué romántica cuando a su encanto histórico se añaden la Navidad y la nieve! Y es que Salzburgo es una preciosa ciudad barroca, lugar natal de Mozart y del villancico Noche de Paz y ciudad en la que con las primeras nevadas se instalan los Mercados de Navidad.
Solo en casa… si la casa está en Nueva York, bajo la nieve y en Navidad; abrígate bien y disfruta de la ciudad más cosmopolita del mundo en sus días más coloridos, muy especialmente en el Rockefeller Center, donde se ilumina una de los árboles de Navidad más bonitos del mundo con una gran pista de hielo a sus pies.
Andorra, en el corazón de los Pirineos, nos permite vivir también una preciosa Navidad porque la capital del Principado abre como cada año su aldea de la Navidad mientras en las pistas de esquí de Andorra, las de Grandvalira, ya se puede esquiar, practicar snowboard, gozar de excursiones con raquetas de nieve, en trineos tirados por perros o en motos de nieve.