LECTURAS DE VERANO
Si no puedes viajar puedes leer viajes, es más, puedes leer viajes mientras viajas… aquí te recomendamos algunos libros de viajes que te incitarán a viajar y te permitirán viajar desde tu sofá.
Leer viajando y viajar leyendo son dos actividades distintas pero ambas la mar de interesantes, ahora bien, para disfrutarlas a placer es importante que elijas bien el libro de viajes que te amenizará el calor de agosto ¿guías de viajes? Es una opción porque las hay realmente buenas pero sólo te las recomendamos si, efectivamente, vas a viajar, de lo contrario se nos antoja mucho más interesante optar por libros de viajes envueltos en la elegancia y el estilo de lo literario ¿y qué libros son esos? A continuación te recomendamos nuestros favoritos empezando por los más modernos y viajando hacia la antigüedad:
Si sueñas con viajar a Estados Unidos tienes que empezar por Viajes con Charley (que era su perro), un libro de viajes escrito por todo un Premio Nobel de Literatura, el autor de las uvas de la ira; el viaje en cuestión es un roadtrip protagonizado por el propio Steinbeck, quien compró una camioneta, la adoptó para convertirla en caravana y por tanto para poder dormir en ella y se echó a la carretera con su perro Charley como único acompañante: salió de Nueva York hacia el norte de Maine, bajó por el Pacífico hasta Salinas Valley en California y pasó por Arizona, Texas y Nueva Orleans; fue un gran viaje circular que terminó en Nueva York tras 10.000 kilómetros recorrido. Una curiosidad ¿sabías que Steinbeck bautizó a su furgoneta como Rocinante? Se sentía como un Quijote del S.XX…
Seguimos en Estados Unidos porque, si hablamos de grandes libros de viajes, tenemos que hablar por fuerza de En el camino de Jack Kerouac, eso sí, su ruta americana fue diferente de la de Steinbeck, primero porque él no viajaba con su perro sino con su amigo Neal Cassady (entre otros) y además porque ellos fueron más allá de Estados Unidos, llegaron a México; lo cierto es que En el camino no es un libro de viajes al uso sino que recoge varios viajes realizados por Kerouac y contribuyó de manera indiscutible a dar más fama y lustre a la famosa Ruta 66. ¿Por qué lugares pasa Kerouac? Nueva York, Chicago Denver, SantLake City, San Franciso, Hollywood, Los Ángeles, Texas y vuelta a Nueva York, eso sólo en el primer viaje, los siguientes lo llevarán a ciudades como Nueva Orleans, de nuevo Dneven, San Luis, Amarillo en Texas y México.
De Estados Unidos nos vamos a Japón de la mano de un gran viajero y un escritor de primer nivel, todo un clásico, Rudyard Kipling; el conocido escritor del imperio, británico nacido en India para más señas, fue un viajero incansable y su visita a Japón acabó en un libro, Viaje al Japón ¿qué lugares nipones visita Kipling? Yokohama, Nagasaki, los templos de Kobe y Nikko…Este libro nos regala no solo un viaje a Japón sino todo un viaje en el tiempo porque Kipling lo visitó al principio de la Era Meiji, cuando Japón era muy diferente del moderno Japón actual por mas que conserve las huellas de su emblemático pasado.
Otro escritor en el que confluye el arte literario con el espíritu viajero era Robert Louis Stevenson, el autor de La isla del tesoro que, en la isla del Pacífico en la que murió, era conocido por los nativos como el tusitala (cuentacuentos); como sucede con En el camino de Jack Kerouac, En los mares del sur no es la historia de un viaje sino de tres, a cada cual más interesante: el primero llevó a Stevenson a las islas Marquesas, el segundo a las islas Pomotú y el tercero a las islas Gilbert.
Cerramos nuestra lista con un gran viaje protagonizado y contado por uno de los escritores más notables de la literatura universal, Mark Twain, americano él, sí, pero no temas, no volvemos a Estados Unidos más que para iniciar el viaje porque la ruta que cuenta Twain en esta novela lo lleva a él y a sus compañeros de viajes a Tierra Santa, Egipto, Crimea y Grecia pasando por otros lugares también la mar de interesantes. Si eres conocedor de la literatura de Twain (no de oídas, sino porque lo has leído) seguro que no necesitas que te digamos más pero, por si no es así, déjanos que te tentemos para que te animes con la Guía para viajeros inocentes: el sentido del humor ácido, cuando no corrosivo, de Twain… eso y su arte para contar aventuras.