7 pistas de esquí con las que sólo se atreven los esquiadores más expertos

El otoño camina con paso firme hacia el invierno y el frío ya se ha instalado entre nosotros ¿y entonces? Entonces la temporada de esquí comienza y nos quitamos la desgana de abrigarnos dedicándonos a disfrutar de la nieve, ahora bien, ¿eres sólo un aficionado o todo un esquiador experto? ¿Te va el turismo de aventura? ¿Los deportes de riesgo son lo tuyo? Si te gustan las emociones fuertes y te sientes tan cómodo sobre los esquíes como en tus botas de trekking seguro que has oído hablar en más de una ocasión de estas pistas de esquí, son de las más duras y peligrosas del mundo por diferentes razones que a continuación te vamos a contar.

La Streif, una de las pistas negras más célebres, está en Kitzbühel, en el Tirol austríaco y debe en gran medida su fama al hecho de que aquí se celebra, a mediados de enero y ya en plena temporada, el descenso de Hahnenkamm de la Copa del Mundo; es la pista de descenso más temida a la vez que admirada por los esquiadores tanto por sus curvas como por sus cambios bruscos de pendiente (pendientes que superan el 80% y alcanzan a veces el 90) que facilitan los saltos espectaculares ¿lo más peligroso? Sus baches y también la velocidad que alcanzan los esquiadores, pueden llegar a los 100 km/h.

La Chavanette o el Muro Suizo, está entre Francia y Suiza, en el dominio esquiable de Portes du Soleil; es una de las pistas más difíciles de los Alpes por sus baches (que pueden llegar a tener un metro de profundidad) y porque a veces está helada, eso además de que en algunos tramos alcanza un desnivel del 90%; ¿lo mejor de La Chavanette? Si te arrepientes de haberla elegido para disfrutar de un descenso de vértigo porque al llegar sientes precisamente eso, más vértigo del que puedes soportar, hay un telesilla para bajar sin romperte nada... (llevando herido sólo tu orgullo, claro).

Harakiri, la pista más empinada de Austria; su nombre lo dice todo y cuando sepas que en algunos tramos la pendiente llega al 78% seguro que lo considerarás muy apropiado, dado que la pista discurre entre paredes verticales y heladas resultará difícil que en algún momento no evoques el ritual japonés del harakiri como el modo más fácil de salir del infierno... ¡perdón! del invierno.

La Sarenne, también llamada Champaña porque, si la bajas del tirón, ganas una copa de champagne; es la pista negra más larga del mundo (18 kilómetros de descenso, nada menos...); tendrás que subir en teleférico hasta el glaciar Sarenne para encontrar el principio de esta pista; antes de lanzarte a disfrutar de un descenso de escándalo dedica unos minutos a maravillarte de las vistas del macizo del Mont Blanc que se ven desde aquí. Y cuidado con el descenso porque en él te encontrarás con el túne que va hacia Alpe d'Huez, un túnel que merece mención propia en esta lista.

Le Tunnel, la pista más temida de uno de los puertos de montaña más famosos del Tour de Francia, Alpe d'Huez; su nivel de inclinación roza el 80% lo que ya sería motivo suficiente para incluirla en esta lista pero es que además, como su propio nombre indica, cuenta con un túnel, el túnel más largo de los Alpes que va seguido, una vez lo has cruzado, de una pendiente de escándalo.

Diabolo, una de las más empinadas de los Alpes (alrededor de un 70% de inclinación en parte de su recorrido) y su descenso es endiablado...

Grand Couloir, la pista más escarpada de Europa; llegar a la salida de esta pista es toda una excursión que supone no solo un viaje en teleférico sino también una caminata de unos 200 metros sobre la nieve ¿y después? Después llegan las sorpresas porque una de las características de esta pista es que la climatología puede cambiar tramo a tramo. Además, para que nos hagamos una idea de la aventura que supone descenderla, basta dar tres datos que, combinados, dan vértigo: 630 metros de longitud, 340 metros de desnivel y una inclinación media que supera el 50%.

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