LONDRES
La Abadía de Westminster es uno de los grandes emblemas de la ciudad de Londres. Descúbrela a través de estos curiosos datos que no te dejarán indiferente.
No es ningún secreto que la Abadía de Westminster es todo un emblema de la ciudad de Londres. Es más, su historia se remonta varios siglos atrás. Una de las cuestiones que más llama la atención es, sin lugar a dudas, su espectacular estructura gótica que data del año 1066.
Eso sí, cabe destacar que ha sufrido diversos cambios durante los primeros años. Después de todo, es el instante más que perfecto para hacer un pequeño repaso de esos datos curiosos o incluso interesantes de la Abadía de Westminster que, por méritos propios, llegó a ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La de Westminster ¿es en realidad una Abadía?
A pesar de que su nombre es así, lo cierto es que no se trata de una Abadía. La iglesia, eso sí, forma parte del conocido grupo de “Royal Peculiars’. Por lo tanto, no pertenece como tal a la Iglesia de Inglaterra, sino a la monarquía de este país. El nombre oficial de esta edificación es Iglesia Colegiata de San Pedro de Westminster.
Se encuentran las tumbas de diversos personajes ilustres
La Abadía de Westminster es el lugar de descanso de más de 3.500 personajes ilustres, entre los que se encuentran Stephen Hawking e Isaac Newton. Por si fuera poco, también descansan los restos de varios monarcas británicos, incluyendo sus consortes. Un claro ejemplo lo encontramos en Enrique VII e Isabel I. En este lugar también se encuentra el conocido Rincón de los Poetas y, en un rincón cercano, la tumba del soldado desconocido donde descansan los restos sin identificar de un combatiente de la Primera Guerra Mundial.
La Piedra del Destino (Piedra de Scone)
La Silla de Eduardo, más conocida como Silla de la Coronación, es sin lugar a dudas una de las grandes joyas que podemos encontrar en la Abadía de Westminster. El rey Eduardo I mandó construir esta silla para albergar la Piedra del Destino, que se trata de una reliquia escocesa que fue arrebatada por Inglaterra.
Walter Durham fue el carpintero que se encargó de esta obra entre los años 1297 y 1300. Cabe destacar que desde el 1308, la silla ha ocupado un puesto de honor durante las diversas coronaciones de los monarcas ingleses. A pesar de todo, la famosa piedra ya no está en ese lugar ya que diversos escoceses entraron en la Abadía en 1950. En este hecho, la rompieron en dos partes. Sí que regresó a Inglaterra, pero en el año 1996 se decidió devolver a Escocia. Actualmente la podemos encontrar en el Castillo de Edimburgo.
En este lugar encontrarás la puerta más antigua de Gran Bretaña
Estamos hablando, cómo no, de la espectacular puerta de roble que conecta la Sala Capitular con la Abadía. Recientemente ha sido datada del año 1050. Cabe destacar que la madera que fue utilizada para esta puerta procedía de nada más y nada menos que Hainault, que en la actualidad es una urbanización situada al noroeste de la ciudad de Londres.
La “doble muerte” de Cromwell
Oliver Cromwell es una de las figuras más conocidas de la historia de Gran Bretaña, ya que consiguió disolver la monarquía en el año 1649 tras la ejecución del rey Carlos I. Así puso fin a la guerra civil inglesa entre parlamentarios y monárquicos. Se declaró la ‘Commonwealth’ y Oliver llegó a ser nombrado ‘Lord Protector’ por lo que gobernó en Inglaterra hasta que murió, en el año 1658.
Los restos fueron enterrados en la Abadía de Westminster. A pesar de que su hijo le sucedió en el cargo, tan solo duró dos años. Carlos II fue restituido como rey de Inglaterra y los monárquicos decidieron exhumar el cuerpo de Oliver Cromwell. ¿Cuál era el fin? Realizar una ejecución póstuma por traición. La cabeza fue expuesta en el Salón de Westminster hasta fue derribado por una tormenta. Posteriormente pasó a manos de coleccionistas hasta que fue enterrada en el Sidney Sussex College de la ciudad de Cambridge.