DESTINOS DE LIBRO
Si eres un lector habitual seguro que esta vuelta al mundo literaria te incita a viajar.
Elegir destino no siempre es cosa fácil; es verdad que todos tenemos nuestros destinos soñados, esos a los que nos hemos prometido ir alguna vez, cuando sea posible… y también que hay destinos clásicos, apuestas seguras: la playa en verano, las estaciones de esquí en invierno, el Jerte en primavera, la Semana Santa en casi cualquier ciudad de España… Pero a partir de ahí, y puestos frente a un mapa del mundo, saltamos de un lugar a otro sin acabar de decidirnos porque elegir un destino supone renunciar, al menos momentáneamente, a todos los demás.
¿Buscas un hilo conductor que te ayude a que recortar la lista de destinos no sea tan doloroso? Si eres un amante de la literatura vamos a darte uno: destinos de libro, lugares protagonistas de las grandes novelas que has leído (o leerás al encontrarte con ellas en esta noticia):
Empezamos cerca de casa, en España, y nos vamos a Oviedo, la ciudad de aquella imponente mujer, La Regenta; no es un destino ni una novela elegida al azar, en Asturias suele ser Gijón quien se lleva la fama de ciudad bella (porque lo es, todo hay que decirlo) y por eso quienes llegan a Oviedo suelen marcharse de la Vetusta ciudad asturiana más enamorados de ella de lo que imaginaron al llegar.
De España nos vamos a Londres ¡será por novelas londinenses! Claro que descartamos las más tétricas y terribles y nos quedamos con el maravilloso paseo de la Señora Dalloway de la mano de Virgina Woolf porque no sólo podremos emularlo buscando incluso la floristería en la que ella encargó sus flores sino también acercarnos a lugares relacionados con esta inolvidable escritora británica; es sin duda un modo diferente de recorrer Londres.
Del Londres de Woolf nos vamos a Dublín ¿a qué Dublín? Como sucede con Londres, nos sobran las novelas irlandesas para recorrer la ciudad pero nos quedamos con el Dublín de Joyce que no es sólo el del Ulises sino también el de Dublineses; aliñaremos el paseo con una cerveza negra aquí o allí visitando algún que otro pub con música en directo, por supuesto, pero no se nos ocurrirá marcharnos de Dublín sin entrar en la Biblioteca del Trinity College.
De las islas británicas nos vamos a Italia y lo hacemos de la mano de Shakespeare para recorrer Verona como la recorrieran en la icónica obra del autor Romeo y Julieta; de hecho no se nos ocurrirá marcharnos de Verona sin visitar, precisamente, la Casa de Julieta, una casa cuyo famoso balcón es el monumento más visitado de la ciudad.
¿Quieres irte más lejos? Literariamente hablando, te recomendamos el Kioto de las Memorias de una Geisha o el San Petersburgo de Ana Karenina, el Buenos Aires de Rayuela o el Nueva York de El Guardián entre el Centeno.