ROMA
El Arco de Constantino se ha convertido en uno de los monumentos más visitados, año tras año, en Roma. ¡Es hora de conocer su historia!
Roma, poco a poco y con el paso del tiempo, se ha convertido en una de las ciudades europeas que más turistas recibe. Esto no es producto de la casualidad, ya que estamos ante una ciudad verdaderamente impresionante, sobre todo para los grandes amantes de la historia.
Uno de los monumentos que más llama la atención es un arco triunfal, que recibe el nombre de Arco de Constantino. Cercano al Coliseo, fue erigido en el año 315 con un motivo: conmemorar la victoria de Constantino I el Grande, en una de las batallas más importantes de aquella época: la batalla del Puente Milvio, en octubre de 312.
En cuanto a características, el Arco de Constantino cuenta con una altura de, aproximadamente, 21 metros, así como 25,9 metros de ancho y poco más de 7 metros de profundidad. Por si fuera poco, cuenta con un total de tres arcos. El central tiene 11 metros y medio de alto y 6 metros y medio de ancho. Los arcos laterales, por su parte, tienen 7,4 metros de alto y 3,4 metros de ancho. Otra cuestión a tener en cuenta de este Arco es que fue el último Arco del Triunfo que se construyó en esta ciudad durante aquel histórico periodo de tiempo.
El Arco de Constantino de Roma, a través de su historia
Este monumento se dedicó tanto al Senado como al pueblo romano, con el fin de recordar esa victoria de Constantino I en la mencionada batalla del Puente Milvio. Eso sí, no se inauguró hasta 315, momento en el que se cumplieron 10 años del reinado del histórico emperador.
Se erigió en un lugar verdaderamente estratégico: en la Via Triumphalis, entre el Palatino y el Celio. Se trata de un recorrido verdaderamente importante, ya que por ahí pasaban los generales y emperadores victoriosos para poder celebrar los diversos Triunfos en los campos de batalla.
El Arco de Constantino es nada más y nada menos que uno de los tres únicos arcos que han conseguido seguir en pie en la actualidad, en la ciudad de Roma. Los otros dos son el Arco de Tito y el Arco de Septimio Severo. Ambos están situados en el Foro.
A pesar de lo que se conoce tradicionalmente, el Arco de Constantino no tiene ningún tipo de referencia hacia ningún tipo de religión. Debemos tener en cuenta que, cuando se construyó este monumento, el emperador todavía no había hecho pública su simpatía por el cristianismo.
En este Arco, podemos encontrar la frase “Instinctu divinitatis”, que quiere decir “por inspiración divina”. Aunque puede generar confusión por lo anteriormente mencionado, lo cierto es que es tremendamente neutral. Entre los relieves, se encuentran un gran número de bustos de dioses de la religión romana, así como escenas de sacrificios. A pesar de todo, es importante saber que muchos de estos paneles esculpidos se tomaron de un monumento de la época de Marco Aurelio.
En la Edad Media, el Arco de Constantino de Roma se incorporó a una de las fortalezas más conocidas de la antigua ciudad de Roma. La primera de sus restauraciones se llevó a cabo en el siglo XVIII, mientras que las últimas excavaciones fueron en la década de los 90.
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