BUDAPEST
Budapest está decidida a convertirse en el primer destino cultural para los viajeros del mundo entero.
Un ejemplo es el Liget Budapest Project, que pretende convertir la capital húngara en una ciudad referente para los amantes del arte y de la arquitectura sostenible y que sea a la vez respetuosa con el medioambiente, convirtiendo el mayor parque de Hungría en un oasis en el centro de la localidad. Este proyecto es un marco para lucir los distintos actos culturales que se llevan a cabo en la ciudad.
Dispone de gran variedad de museos, de galerías de arte y de edificios emblemáticos que le dan el toque más exclusivo. Pero ahora tienen un nuevo hito que nos dará una nueva excusa para una escapada a la ciudad: ¡El Greco ”conquistará” Budapest hasta mediados de febrero!
Hace más de veinte años que una exposición tan extensa de este artista no se exhibe en el norte de Europa; la última vez que se hizo una a esta escala fue en la ciudad de Viena. Ahora Hungría toma el testigo y El Greco vista la capital.
Domenikos Theotokopoulos ”El Greco” nació en 1541 en Creta y fue famoso por sus pinturas de estilo postbizantino que era popular en la isla. Se trasladó a Italia con 26 años, donde fue influido por las pinturas de Tiziano y Tintoretto y posteriormente de Miguel Angel. En 1577 se estableció en Toledo y comenzó la etapa más importante de su pintura: sus figuras alargadas, delgadas y fantasmales, tan características de su obra.
El Museo de Bellas Artes de Budapest acogerá setenta obras del maestro cretense-español, de las cuales más de cincuenta serán autógrafas. Además de piezas propias del museo, se exhibirán obras venidas de todo el mundo; han participado museos y más de cuarenta colecciones privadas y públicas.
La exposición a gran escala mostrará numerosas obras destacadas como San Sebastián de la Sacristía de la Catedral de Palencia, El Bautismo de Cristo del Prado de Madrid, Laocoön de la National Gallery of Art de Washington, San Luis, rey de Francia, con un paje del Louvre de París, Cristo expulsando a los mercaderes del templo, de la National Gallery de Londres, y Santiago el Viejo como peregrino, de la Iglesia de San Nicolás de Bari, en la jurisdicción de la Archidiócesis de Toledo, así como el retablo titulado La Resurrección, cedido por el Monasterio de Santo Domingo el Antiguo de Toledo, que sale por primera vez de la ciudad.
La exposición se presenta ordenada temática y cronológicamente y además contextualizada en la época de su vida, con los maestros de los que aprendió y los lugares en los que vivió. Una forma de conocer al pintor, sus obras bizantinas, las religiosas y las profanas y las piezas de su época más visionaria.