Europa
La ciudad de los Medicis, una de las más monumentales del planeta, con una reputación anclada en su glorioso pasado testigo de hechos trascendentales en la Historia. Tierra de artistas y revolucionarios donde se gestaron nuevas ideas, triunfó el intelecto y se recuperó la belleza en la fascinante época renacentista .No encontraremos otra ciudad como esta que reuna en un espacio tan reducido tanto talento artístico. Un retorno al pasado, a la suntuosidad del Renacimiento y la sibarita vida de los nobles florentinos es la sensación que se siente al traspasar los muros del Four Seasons. Situado en el centro urbano, a escasos minutos a pie del Duomo, en el Giardino de la Gherardesca. En medio de este jardín renacentista, un espacio concebido por Bartolomeo Scala, entre estatuas, pasarelas y fuentes, un Palazzo del siglo XV y un convento anexo del siglo XVI se reconvirtieron en hotel de lujo. En los dos edificios se siente la historia, es como un pequeño microcosmos florentino. La remodelación, a cargo del diseñador Pierre Yves Rochon, conservó los frescos y relieves originales consiguiendo combinar un entorno elegante, aunque en algún momento pueda parecer recargado, con un servicio moderno de gran calidad. Cuenta con 11 suites especiales decoradas con muebles de época, tapices de seda y grandes candelabros, sin embargo, es la Suite Real la más espectacular con su techo abovedado con frescos originales que representan la vida de Leon XI. Tras patear el apabullante patrimonio de la ciudad una idea estupenda para aislarnos, disfrutar y equilibrar nuestro cuerpo es relajarnos en su peculiar spa. Inspirado en el pasado, cómo no, utiliza en sus sesiones productos de la farmacéutica Santa María Novella, una de las farmacias más antiguas de Italia. Para rematar este viaje a un mundo diferente hay que darse un homenaje y degustar la deliciosa comida a base de menús creativos acompañados de vinos toscanos en Il Palagio, su restaurante, mientras que en el Atrium Bar, es el espacio ideal para ver y ser visto.