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JARDINES Y DEPORTE EN ESCOCIA

Balmoral, mucho más que un castillo real

Además de unos impresionantes jardines, el castillo donde veranea la familia real inglesa es todo un epicentro de actividades en Escocia. De golf a caza, pasando por carreras de coches, no hay experiencia que no se lleve a cabo allí.

Imagen no disponibleMontaje

Aberdeenshire sería una ciudad escocesa en la que pocos repararían si no hubiera sido por la reina Victoria. Ella fue la causante de que este pequeño punto del mapa pasara a convertirse en uno de los lugares emblemáticos de la Corona británica, y todo porque decidió convertir el castillo que allí se había levantado en el siglo XV en residencia real. Fue en 1848 y la Casa de los Windsor lo compró por 30.000 libras esterlinas de la época, ampliando posteriormente  las instalaciones. Desde entonces, el castillo de Balmoral es donde los reyes británicos pasan sus vacaciones de verano.

Sin embargo, no hace falta formar parte de la familia Windsor para visitarlo. Ni siquiera ser amigo de alguno de los miembros de la misma. Afortunadamente, como ocurre con otros castillos, está abierto al público, siendo una de las atracciones más interesantes que visitar al noreste de Escocia.

El castillo original fue considerado demasiado pequeño para las necesidades de la Familia Real ya desde el primer momento de la compra. Así, bajo la supervisión del príncipe Alberto, se diseñó un nuevo edificio, construido en granito de las canteras de Glen Gelder Neighbouring con una piedra blanca. Considerado una auténtica obra de arte arquitectónica, es durante la temporada de caza cuando más actividades se programan en torno a él, pero durante los meses abiertos al público hay caminatas guiadas por el Servicio de Guardabosques.

Las actividades son más variadas de lo que uno espera, pues no solo se puede hacer allí la pesca del salmón, en la zona que linda con el río Dee, sino también encuentros de carreras de coches, cross e incluso jugar al golf en su campo los días permitidos. Además, no faltan unos maravillosos jardines, creados también con el nuevo castillo y entre los que destaca los que diseñó en los años 20 la reina María. Además, incluyen un invernadero, con flores todo el año.

En el interior, destaca el gran salón de baile, que es la sala más grande del castillo. Allí se pueden ver trabajos de Landseer y Carl Haag , estatuas de plata de Sir Joseph Edgar Boehm, Minton China y pertenencias de los reyes y reinas que pasaron por allí durante la historia. Claro que las estancias privadas de la reina, las que serían más interesantes, no se pueden ver.

El castillo, los jardines y las exposiciones están abiertos desde el 25 de marzo al 31 de julio, desde las 10.00 hasta las 17.00 h. Se recomienda 1 hora y media para poder visitar todos los rincones con tranquilidad, incluyendo la tienda de regalos y la cafetería. La última entrada para visitarlo es 30 minutos antes del cierre.

El ticket cuesta 11,50 libras (5, niños) y hay audiotour en castellano.

Más información:
balmoralcastle.com