ITALIA

Baptisterio de Parma: la historia tras su imponente cúpula y otras curiosidades

El Baptisterio de Parma es una de las edificaciones más sorprendentes que podemos encontrar en la ciudad italiana. ¡Descubrimos su historia!

Baptisterio de Parma: la historia tras su imponente cúpula y otras curiosidadesImagen de Carlo Ferrari en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Viajamos hasta Parma para conocer la historia de uno de sus monumentos más visitados. Estamos hablando, cómo no, del baptisterio que data del siglo XIII y que podemos encontrar junto a la Catedral de la ciudad italiana. Estamos ante una unión perfecta entre la arquitectura románica y la gótica.

Para conocer la historia del Baptisterio de Parma tenemos que viajar al momento exacto en el que se le encomendó esta obra a Benedetto Antelami, uno de los arquitectos y escultores más importantes de la zona. Aunque se conocen pocos datos de este suceso, sí que se sabe que la decoración comenzó en 1196. Y todo gracias a una inscripción que podemos encontrar en el propio portal.

Si hay algo por lo que este Baptisterio de Parma destaca, al menos estéticamente, es por ese mármol rosa de Verona. Un material que dejó de llegar en un momento dado, por diferencias meramente políticas. No fue hasta 1249 cuando se retomó esta construcción. Unas obras que terminaron, aproximadamente, en el año 1270, cuando se consagró.

Baptisterio de Parma | Imagen de Sailko en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

El Baptisterio de Parma, a través de sus características

Para comenzar, debemos mencionar que la planta de esta edificación es octogonal, algo bastante habitual en los baptisterios. Se trata de un símbolo que recuerda a la eternidad. Pero si hay algo que llama poderosamente la atención, y que no es tan habitual, es su altura.

En cuanto a la planta baja, encontramos arcos de medio punto en tres de las fachadas y en las otras cinco, grandes arcos ciegos con columnillas en el centro. Los portales están perfectamente decorados con un gran número de relieves. No podemos dejar de mencionar el conocido como zoóforo de la parte inferior de ese revestimiento de mármol de Verona, ya que son nada más y nada menos que 75 paneles tallados en bajo relieve.

Uno de los puntos fuertes de esta construcción es su interior. A pesar de que tiene una única sala, cuenta con 16 arcadas que, a su vez, son nichos. Todos y cada uno de ellos tienen una escena pintada. El número no es casualidad, ya que evocan a los 12 apóstoles, combinados con los 4 evangelistas, los puntos cardinales y las estaciones.

Baptisterio de Parma | Imagen de Nauticashades en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 3.0

Un elemento verdaderamente impresionante es la cúpula, que está perfectamente dividida en gajos. Las figuraciones que podemos encontrar en este punto están divididas en seis bandas horizontales. La primera banda es por el cielo rojo, reflejando el eterno amor. La segunda, en fondo azul y rombos, representa el cielo estrellado de Jerusalén.

La tercera banda tiene como protagonistas tanto a los doce apóstoles como a los cuatro evangelistas. En la cuarta, que es la que está ubicada sobre el altar, encontramos a Cristo in trono, la Madonna y a San Juan Bautista. La quinta banda tiene estrecha relación con este último Santo, al contar con doce episodios de su vida, así como de cuatro santos. La sexta y última banda, representa escenas de la vida de Abraham, las cuatro estaciones, los cuatro elementos naturales y, por supuesto, la Virgen. ¡Es sencillamente espectacular!