MARSELLA
Es el momento de conocer la historia que hay detrás de la Basílica de Notre Dame de la Garde que podemos encontrar en Marsella.
Marsella es una de las ciudades francesas que más turistas está recibiendo en los últimos años. Cada vez son más las personas que se dejan llevar por su historia, sus monumentos y sus edificaciones. Una de las que más llama la atención, indudablemente, es la Basílica de Notre Dame de la Garde.
Una de las cuestiones más arraigadas a esta construcción religiosa es que mantiene la tradición de más de 800 años de peregrinación. No solamente se ha convertido en el símbolo por excelencia de Marsella por ese motivo sino porque, desde ese punto, divisamos una de las vistas más impresionantes de la ciudad francesa.
Popularmente conocida como la “Bonne Mère”, ha experimentado tres etapas perfectamente diferenciadas. Se construyó en el año 1214 y, por aquel entonces, se trataba de una capilla muy pequeña. En el siglo XV fue reconstruida, pero tiempo después en 1853 volvió a ser destruida.
Esto provocó que se transformase en una basílica verdaderamente impresionante. El objetivo era claro: que fuera lo más grande posible para acoger a un mayor número de peregrinos. Un número que aumentó considerablemente, sobre todo, desde que apareció la enfermedad del cólera.
En el interior de la Basílica de Notre Dame de la Garde, el mármol blanco de Carraca y el mármol rojo de Brignoles, son los materiales que predominan. No podemos dejar de mencionar la enorme cantidad de mosaicos de estilo bizantino que podemos contemplar.
Lo que muchos no saben es que bajo la Basílica de Notre Dame de la Garde se encuentra nada más y nada menos que una cripta. Tiene la peculiaridad de que fue excavada directamente en la roca y, además, su construcción terminó antes que el de la basílica. Hay algo que destacar: la gran diferencia entre ambas zonas. Mientras que la Basílica posee una imponente decoración donde abunda el dorado, en la cripta predomina la sobriedad, ya que no presenta ni ornamentos ni pinturas.
La Basílica de Notre Dame de la Garde, a través de sus características
Esta construcción está situada en la colina más alta, cerca del Puerto Viejo. Por lo tanto, está a una altitud de aproximadamente 150 metros. Si seguimos hablando de cifras, debemos tener en cuenta que el campanario alcanza una altura de poco más de 40 metros. ¡Es espectacular!
Pero si hay algo que llama poderosamente la atención de esta Basílica de Notre Dame de la Garde es esa estatua dorada de la Virgen María situada en lo alto del campanario. Ésta pesa casi 10.000 kilos y mide poco más de 11 metros de largo. Una peculiaridad es que, cada cuarto de siglo, necesita ser dorada con 500 gramos de oro.
La Basílica de Notre Dame de la Garde, un punto estratégico en todos los sentidos
Debido al punto en el que está situada, a la vista está que se trata de un lugar realmente importante en la historia no solamente a nivel religioso, sino también militar. De hecho, en el año 1516, François I se desplazó hasta Marsella para reunirse con su madre y su mujer. Es más, se reunieron en esta Basílica.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que la ciudad no tenía los suficientes medios para protegerse en caso de un ataque marítimo. De esta manera, y consciente de la ubicación tan sumamente estratégica de la colina, François I construyó un fuerte así como una base militar. Por si fuera poco, construyó el Castillo d’If. Es importante tener en cuenta que Notre Dame de la Garde se trata de una basílica, y no de una catedral como muchos creen.
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