URUGUAY
Viajamos a la capital de Uruguay para descubrir el impactante origen de la Basílica de Nuestra Señora del Carmen. ¡No te dejará indiferente!
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Montevideo, la capital de Uruguay. Estamos ante una ciudad que está repleta de construcciones y monumentos, así como rincones de ensueño. Cada vez son más las personas que ponen rumbo a este lugar para dejarse llevar por su belleza y su encanto.
Entre las numerosas edificaciones que podemos encontrar en Montevideo hay una que llama poderosamente la atención. Estamos hablando, como no podía ser de otra manera, de la Basílica Nuestra Señora del Carmen, que podemos encontrar en el mítico barrio de La Aguada. Estamos ante un impresionante santuario que está dedicado a la Virgen María, en su advocación de Santa María del Monte Carmelo.
Para comenzar, debemos tener en cuenta que la primera capilla del Carmen se erigió sobre la calle Cerro Largo, ubicada entre las actuales calles Paraguay y Rondeau allá por el año 1793. Y todo gracias a Manuel Antonio Collantes, que por aquel entonces era nada más y nada menos que presbítero.
Al parecer, esta construcción fue abandonada durante las históricas invasiones inglesas que tuvieron lugar en el año 1807. Pero no todo queda ahí ya que, tras la derrota y una vez comenzadas las diversas luchas para tratar de conseguir la independencia, esta primera capilla del Carmen fue demolida, aproximadamente, en el año 1811. Entre otras cuestiones, porque se encontraba en un punto verdaderamente estratégico en esta contienda, como era la línea de fuego de la Plaza de Montevideo.
Pero no todo queda ahí ya que años más tarde, concretamente en 1827, se sabe que existía una pequeña y curiosa Capilla en el lugar en el que se encuentra actualmente. Este terreno fue una donación que hizo Emetrio Menéndez. Tan solo un par de años después, en 1829 y coincidiendo con la etapa libertadora, este lugar fue escogido para llevarse a cabo la Asamblea General Constituyente y Legislativa del Estado Oriental del Uruguay.
Es más, fue en este mismo lugar donde se aprobó la ley para la creación del Escudo Nacional del país. Pero no todo queda ahí ya que años más tarde, concretamente durante la conocida como Guerra Grande, esta construcción fue utilizada como cuartel y cementerio. No fue hasta el 30 de agosto de 1852 cuando se tomó la decisión de reanudar los oficios religiosos.
Cabe destacar que, tiempo después, se empezó a erigir una nueva construcción sobre el terreno en el que se encontraba esta Capilla. En septiembre de 1866 se erigió como Parroquia, gracias a Monseñor Jacinto Verá y el 8 de junio 1899 el Papa León XIII otorgó a esta edificación el título de Basílica Menor. En la actualidad, este templo religioso es uno de los más significativos y visitados de la capital de Uruguay. ¡Y no es para menos!