ISLANDIA

Blue Lagoon: el baño geotermal islandés del que no querrás salir

La Laguna Azul de Islandia es uno de sus principales atractivos turísticos. Te contamos por qué.

Blue LagoonDe (SketchUp) - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2154708

Islandia es un país completamente diferente a cualquier lugar que te puedas imaginar. Salvaje, desértico, extremo. Hablamos de una isla en la que 'conviven' volcanes, géiseres, campos de lava y glaciares. Pero también termas tan increíbles como Blue Lagoon.

Tan increíble es la Laguna Azul de Islandia que se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos de este país insular ubicado al sur del círculo polar ártico. Se trata de un balneario geotermal situado al suroeste de Islandia, en el que es posible bañarse en un agua cuya temperatura oscila entre los 37 y los 39ºC.

Esa agua de la que hablamos surge de una formación de lava y contiene minerales como el azufre o el silicio. Es por eso que a veces huele un tanto a huevo podrido (completamente soportable) y en repetidas ocasiones se le han otorgado propiedades muy buenas para la salud. Entre otras cosas, se dice que ayuda a pacientes con enfermedades en la piel, por ejemplo psoriasis, a aliviar los síntomas de sus dolencias. Pero lo cierto es que la mayoría de personas que acuden a la Blue Lagoon no lo hacen movidas por los beneficios que le pueda aportar a su cuerpo, sino por el boca a boca que ha conseguido situarlo en uno de los iconos de la isla.

Blue Lagoon | De (WT-en) Meltwaterfalls de Wikiviajes en inglés, CC BY-SA 1.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=23555770

En realidad, esta laguna es artificial y el agua le llega de la planta de energía geotérmica Svartsengi que hay al lado. Sí que es cierto que, tal y como se ha indicado, el agua surge de una formación de lava. Pero antes de llegar hasta la famosa Laguna Azul se ha utilizado para mover las turbinas de la estación geotérmica.

Eso no evita que además de turistas, muchos locales vayan de vez en cuando a darse un baño en estas aguas de un color turquesa tan brillante que parece irreal. Y es que en sus instalaciones hay varias piscinas con cascadas, hammam, saunas y chorros a presión que hacen que cualquiera salga de allí más relajado que nunca. Sobre todo, esto se consigue a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, pues son las horas del día en que la Blue Lagoon está menos abarrotada.

Además, a esa sensación de bienestar también contribuyen sus alrededores. Porque pese a contar con instalaciones construidas, la laguna está bordeada por un paisaje de lava que mezcla el negro con el verde oscuro. Estos colores contrastan con el turquesa lechoso del agua vaporosa. Y hablando de colores, quizá te guste saber que allí mismo puedes tener la oportunidad de disfrutar del cielo anaranjado por el sol de medianoche en verano o de los azules y verdes que pintan el cielo cuando se deja ver una aurora boreal.