LETONIA
Ponemos rumbo a Riga, Letonia, para conocer la historia que hay detrás de una de sus edificaciones más significativas: la Casa de los Cabezas Negras.
Viajamos a la capital de Letonia para conocer una edificación verdaderamente sorprendente. Estamos hablando, cómo no, de la conocida como Casa de los Cabezas Negras. Inicialmente conocida como Casa Nueva, esta edificación fue registrada en el año 1334.
En cuanto a su diseño original, debemos tener en cuenta que se trataba de un edificio medieval algo común. Por lo tanto, la apariencia final no es más que el resultado de un gran número de reconstrucciones que se han ido realizando a lo largo de los años. Esta casa se construyó para realizar diversas reuniones de organizaciones de la capital de Letonia.
Viajamos al siglo XVII, cuando una asociación de comerciantes extranjeros decidió asentarse en Riga. Éstos eran conocidos de la siguiente manera: Hermandad de los Cabezas Negras. Poco a poco, fueron haciéndose con el control total de esta peculiar edificación.
Como dato curioso, debemos saber que el patrón de esta asociación es nada más y nada menos que San Mauricio. Se trata de un comerciante romano que fue martirizado y, posteriormente, canonizado. La imagen de este santo se puede ver en el escudo de armas de esta asociación. Es más, es uno de los elementos más reconocibles.
Si hay algo que destaca de esta Casa de los Cabezas Negras es la gran cantidad de restauraciones que ha experimentado a lo largo de los siglos. De hecho, la gran mayoría de ellas se han llevado a cabo entre los años 1580 y 1886. En este periodo fue cuando se le añadieron muchas de las ornamentaciones que tantísimo llamaban la atención.
A pesar de todo, es importante tener en cuenta que a finales de junio de 1941, la Casa de los Cabezas Negras quedó bastante dañada como consecuencia de un bombardeo por parte del ejército alemán. Por si fuera poco, los restos fueron demolidos en el año 1948, por los soviéticos.
Una vez finalizó la guerra, muchos eran los que tenían interés para reconstruir una de las edificaciones más importantes, históricamente hablando, de Riga. Por lo tanto, empezaron a desarrollarse un gran número de proyectos para las diferentes fases de reconstrucción.
Es más, en 1991, se organizó en la Iglesia de San Pedro una exposición en honor a la organización que albergaba esta casa, así como del propio edificio. Tan solo un año después, se realizaron diversas excavaciones arqueológicas en el lugar en el que se encontraba ese edificio original.
No fue hasta 1995 cuando realmente comenzó la reconstrucción de esta edificación. Desde entonces, Riga puede presumir de volver a tener entre sus calles esta Casa de los Cabezas Negras que tantísimo orgullo les genera. No podemos dejar de mencionar la frase que encontramos sobre la puerta de esta edificación, en la que queda reflejada ese espíritu de unión a la hora de reconstruir este símbolo: “¿Debería alguna vez desmenuzarme en polvo? No, debes reconstruir mis paredes”. ¡Qué bonito!