INGLATERRA
Viajamos a Colchester, en Inglaterra, para conocer la historia que hay detrás de uno de sus grandes símbolos, como es el Castillo. ¡Te sorprenderá!
Colchester es una de las ciudades más visitadas de Inglaterra. Y siendo honestos, no es para menos. Recorrer sus calles es un auténtico regalo para los verdaderos amantes de la historia. Una de las edificaciones que más llama la atención es, sin lugar a dudas, el Castillo de Colchester.
Para conocer su historia, debemos remontarnos a un hecho que sucedió en el año 1066. Nos referimos, cómo no, al instante en el que los ingleses fueron derrotados por el Duque William de Normandía en la Batalla de Hastings. Por este motivo, decidió crear una red de castillos por todo el país con un único fin: fortalecer su dominio sobre el bando derrotado.
La ciudad de Colchester fue escogida, entre otras cuestiones, por su puerto, pero también por su estratégica localización. No fue hasta el año 1076 cuando se comenzó a erigir el Castillo de Colchester. Una de sus peculiaridades es que estamos ante el primer castillo real de Inglaterra que William de Normandía construyó utilizando como material la piedra.
Para construir este Castillo, se escogió un lugar realmente crucial. Y es que eran las ruinas del templo de Claudius. De hecho, las bóvedas de este templo se llegaron a usar como cimientos. Este es uno de los motivos por los que, inevitablemente, estamos ante el castillo más grande que construyeron los conocidos como Normandos.
En un momento dado, Inglaterra estuvo amenazada por el Rey Cnut de Dinamarca, otro invasor. Por aquel entonces, tan solo se había podido construir un piso de altura. Por lo tanto, debido a la amenaza, se vieron en la obligación de fortalecerlo de alguna manera: con almenas.
A pesar de haber sido previsores, lo cierto es que esa invasión jamás se produjo. Así pues, se retomaron las obras. No fue hasta el año 1125 cuando el Castillo llegó a alcanzar nada más y nada menos que cuatro pisos. Tiempo después, concretamente en 1216, esta fortaleza fue atacada y sitiada durante un total de tres meses.
Finalmente, fue el Rey John quien lo conquistó tras haber tomado la decisión de romper su acuerdo con los nobles rebeldes. Otro año a destacar en la historia de esta construcción es el 1350 en el que se comenzó a utilizar como prisión. En 1629, el Castillo fue vendido por la Corona y en 1637, debido a su avanzado estado de deterioro, se desplomó el techo de la entrada.
Por si fuera poco, en el año 1683, John Wheeley consiguió ser el dueño de esta fortaleza. Lo que hizo fue demolerla parcialmente para poder vender esa piedra a diversos constructores de la ciudad. Al ser consciente de que no estaba ganando el dinero que esperaba, decidió cesar en su actividad. Ese fue el motivo por el que el Castillo no fue destruido en su totalidad.
No fue hasta el año 1726, tras haber pasado por diversas manos, cuando un miembro del Parlamento de la ciudad adquirió el edificio para proceder a su restauración. No solamente añadió parte del tejado, sino también, una biblioteca, un estudio y hasta la gran cúpula. No podemos olvidar que en 1860 se abrió la cripta al público a modo de museo y, en 1920, se tomó la decisión de ceder el Castillo al pueblo de Colchester.