FLORENCIA
Es el momento de poner rumbo hasta Florencia, para conocer la historia del sorprendente Castillo Sammezzano.
Ponemos rumbo a Leccio, una localidad situada en el municipio de Reggello, provincia de Florencia. En ese mismo punto encontramos una fortaleza verdaderamente impresionante que, desde luego, no deja absolutamente indiferente a nadie. Estamos hablando, cómo no, del Castillo Sammezzano.
Para conocer su origen, en primer lugar debemos tener en cuenta que estamos ante una construcción meramente ecléctica, donde predomina el estilo orientalista como consecuencia de la renovación que se llevó a cabo en el siglo XIX. Pero el edificio, en sí, fue construido sobre el año 1605 por una de las familias más conocidas de la zona, los Ximenes de Aragón.
Eso sí, la historia de este Castillo Sammezzano es mucho más antigua, y nos hace viajar hasta la época romana. Y es que Robert Davidsohn, reconocido historiador, aseguró que en el año 780 Carlomagno pasó por este lugar en su viaje de regreso de Roma, donde se desplazó para que el Papa bautizara a su hijo.
La finca en la que se encuentra el Castillo Sammezzano perteneció a un gran número de familias importantes. Desde los Altoviti, a Giovanni Jacopo de Medici, hasta llegar a manos de Sebastiano Ximenes. De hecho, este palacio estuvo en manos de esta familia hasta 1816, momento en el que murió Ferdinando, último heredero.
En un inventario que se realizó tan solo dos años después, este Castillo Sammezzano aparece reflejado como una estructura de un considerable volumen, con un bastión así como una escalera de entrada justo en el lado opuesto en el que se encuentran las actuales. Algo de lo que hoy no hay rastro.
Pasaron varios años hasta que se aclararon todos los detalles respecto al testamento de Ferdinando Ximenes. De esta manera, tanto los bienes como los títulos de la familia, así como el nombre y hasta el escudo de armas, pasaron a ser propiedad del hijo mayor de Vittoria, la hermana de Ferdinando Ximenes.
Pero si hay una etapa a destacar es el rediseño que se llevó a cabo en el siglo XIX. Un proceso que se realizó entre los años 1853 y 1889, cuando el Castillo fue heredado por Ferdinando Panciatichi Ximenes de Aragón. Durante estos años, el marqués se encargó de diseñar, financiar y construir el parque y el castillo. Éste se convirtió, sin lugar a dudas, en uno de los mejores ejemplos en cuanto a arquitectura orientalista de este país.
Lejos de que todo quede ahí, Ferdinando aprovechó la oportunidad para modificar la estructura original de este palacio para crear nuevas salas. De hecho, en 1853 creó el hall, en 1862 el conocido como Corredor de las Estalactitas, en 1867 creó el Salón de Baile e, incluso, en 1889 erigió la Torre Central. Cabe destacar que, durante el año 1878, Humberto I, rey de Italia, se hospedó en esta edificación. Tras la Segunda Guerra Mundial, pasó a ser utilizado como hotel de lujo y escenario de varias películas. A pesar de todo, el paso del tiempo hizo de las suyas y terminó en estado de abandono, saliendo a subasta en varias ocasiones.