LANZAROTE
Viajamos a la isla canaria de Lanzarote para descubrir el sorprendente origen del espectacular Castillo de San José.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a las Islas Canarias, concretamente hasta la isla de Lanzarote. Allí encontramos un gran número de monumentos y construcciones verdaderamente sorprendentes y espectaculares. Un ejemplo es el Castillo de San José.
Situado en Puerto Nao, un auténtico enclave estratégico en la bahía de Arrecife, estamos ante una fortaleza verdaderamente histórica. En 1949 fue reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC) y, en la actualidad, este Castillo es la sede del Museo Internacional de Arte Contemporáneo.
Para comenzar, debemos tener en cuenta que esta fortaleza se construyó entre los años 1776 y 1779. Y todo con la firme intención de tener un imponente baluarte defensivo para defenderse de los constantes ataques piratas. Además, también sirvió para generar trabajo en la isla ya que, por aquel entonces, la pobreza y la hambruna estaban a la orden del día. De ahí que, de forma coloquial, esta construcción fuera conocida como la “Fortaleza de Hambre”.
Y es que esta mala época se debió a diferentes cuestiones. Por un lado, un grave periodo de sequía y, por otro, la erupción del Timanfaya entre los años 1730 y 1736 que devastó un gran número de áreas agrícolas de Lanzarote. Consciente de la grave situación, el Rey Carlos III ordenó la construcción de este castillo.
A pesar de que esa fue la principal razón para su construcción, lo cierto es que se aprovechó la situación para hacer más evidente la defensa del territorio debido a los cada vez más constantes ataques piratas. Así pues, se optó por erigir este castillo en un acantilado sobre el Puerto de Naos, en forma de D con muros semicirculares hacia el mar.
En la zona que da a tierra, este Castillo de San José se protegió con dos torretas, un foso y un puente levadizo. Cabe destacar que esta curiosa y sorprendente fortaleza se construyó utilizando como material nada más y nada menos que bloques de roca de origen volcánico. Algo que la convierte en verdaderamente única.
Lejos de que todo quede ahí, no podemos dejar pasar la oportunidad para hacer una especial mención al interior de esta impresionante fortaleza. ¿El motivo? Está hecho de bóvedas de cañón que, principalmente, eran utilizadas como polvorín. ¡Algo verdaderamente sorprendente y espectacular!
Lo cierto es que la construcción de este Castillo no solamente supuso un gran impulso para la isla a nivel económico, sino también histórico y cultural. Tanto es así que, por su belleza y por las curiosidades que esconde, este Castillo de San José se ha convertido en una de las construcciones que más sorprende a todo aquel que lo visita.
Por lo tanto, si estás pensando en poner rumbo a la isla canaria de Lanzarote, no dejes pasar la oportunidad de acercarte hasta la preciosa bahía de Arrecife y conocer, en primera persona, esta fortaleza que forma parte de la historia de la isla desde el siglo XVIII. ¡No te dejará indiferente, estamos convencidos!