ITALIA
Viajamos hasta la zona de Sirmione para conocer la historia que hay detrás del Castillo Scaligero, uno de los más peculiares de todo el mundo.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Italia, concretamente a la zona norte, a Sirmione. Se trata de un lugar verdaderamente especial, que cuenta con monumentos y construcciones que no dejan indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en el Castillo Scaligero.
Estamos ante una fortaleza que se instala sobre el propio lago de Garda, en Lombardía. Es uno de los castillos más peculiares que podemos encontrar no solamente en Europa, sino en todo el mundo. Y todo por el motivo por el que fue construido: estaba destinado a ser utilizado como puerto.
Por lo tanto, se podría decir que el Castillo Scaligero es nada más y nada menos que un puerto medieval cuya construcción comenzó en el siglo XIII. El lugar escogido para el mismo no es producto de la casualidad, ya que es uno de los puntos más estratégicos del conocido lago italiano.
Debemos tener en cuenta un dato, y es que el Castillo Scaligero formaba parte de una red de protección en los alrededores de la ciudad de Verona. Para poder defenderse de los ataques de los enemigos, solamente se podía acceder a través de unos puentes levadizos.
Por ese mismo motivo, el Castillo Scaligero adquirió mucha más fama y prestigio en el siglo XIV. A pesar de su gran poder defensivo y su espectacularidad, jamás llegó a convertirse en la residencia de la corte. Por lo tanto, el paso del tiempo provocó que esta fortaleza terminase siendo un lugar de almacenaje.
Pasado el tiempo, y durante el siglo XX, este Castillo Scaligero pasó a ser propiedad del Estado y, por ende, empezó a ser considerado como patrimonio. Gracias a esto, se pudo restaurar de manera completa, por lo que terminó convirtiéndose en uno de los atractivos turísticos más importantes de Sirmione.
Y siendo honestos, ¡no es para menos! Porque si decides acercarte hasta esta zona y tienes la oportunidad de ver en primera persona este Castillo Scaligero, prometemos que no te va a dejar indiferente. Porque es sencillamente espectacular y, sobre todo, único en muchos sentidos.
Si decides entrar en la fortaleza, podrás encontrarte con un patio rectangular, siendo el principal, que está perfectamente rodeado tanto de muros como de torres. Una de ellas, de avistamiento. En este castillo podemos encontrar un museo en el que se expone la historia de esta edificación, pero también algunos de los objetos de la época romana y medieval que se encontraron en el proceso de restauración.