Catedral de Aveiro: ¿sabías que llegó a ser utilizada como cuartel militar?

Es el momento más que perfecto para viajar a Portugal, concretamente hasta Aveiro. Se trata de una ciudad costera verdaderamente espectacular que cuenta con un gran número de monumentos y construcciones que no dejan indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la Catedral de Aveiro.

Para conocer su origen, debemos saber que la primitiva iglesia de Nossa Senhora da Misericórdia fue consagrada nada más y nada menos que en 1464. Por si fuera poco, estaba estrechamente vinculada al convento dominico que llevaba ese mismo nombre. En la etapa comprendida entre los siglos XVI y XVII se realizaron diversas obras.

Gracias a ellas, sobre todo las que se llevaron a cabo en las naves laterales, se construyeron nada más y nada menos que capillas devocionales. No fue hasta 1834 cuando este lugar fue transformado en un imponente cuartel militar que, tan solo unos años después, fue víctima de un grave incendio.

De aquello queda la iglesia, que cuenta con un espectacular portal barroco con cuatro columnas salomónicas, así como el escudo de armas del Infante Don Pedro, también Duque de Coimbra. Cabe destacar que en el año 1835, este templo pasó a ser la iglesia principal de la Parroquia de Nossa Senhora da Glória. Más de un siglo después, en 1938, se convirtió en nada más y nada menos que la Catedral de la Diócesis de Aveiro. Y todo gracias a una bula emitida por el Papa Pío XI.

En cuanto al interior de este templo, debemos saber que en las mencionadas capillas laterales encontramos piezas de un enorme valor. Un claro ejemplo lo encontramos en la Capilla de la Visitación, que cuenta con un imponente retablo que data del año 1559, donde quedan representadas tanto la Virgen como Santa Isabel.

En la Capilla de Nossa Senhora do Rosário podemos encontrar la imagen de su patrona, del siglo XVI. Pero no solamente eso, sino también diversas telas del siglo XVII donde quedan representados los Misterios Gozosos, Dolorosos y Gloriosos. En una ventana de la pared original encontramos una imagen gótica de la Virgen y el Niño, que originalmente estaba en un nicho en el exterior del templo.

No podemos dejar de mencionar el órgano barroco, que data del año 1754. Aunque está deshabilitado, lo cierto es que hace una década se decidió colocar un nuevo órgano en el transepto, que fue construido en Hungría. En cuanto al atrio, encontramos una impresionante representación de Cristo en la Cruz. Además, en el capitel, encontramos los diversos pasos de la Pasión. Sin duda, una construcción religiosa verdaderamente impresionante. ¡Merece la pena visitarla!