ESCOCIA
Es el momento de conocer la historia que hay detrás de la Catedral de Glasgow, y por qué está tan vinculada con la creación de la ciudad escocesa.
Glasgow es una de las ciudades escocesas que más llama la atención a quien decide conocerla. Es más que evidente que está repleta de edificaciones, monumentos e historias que, desde luego, no dejan indiferente a nadie. Una de las construcciones que más deja sin palabras es, sin lugar a dudas, su Catedral.
No estamos ante un templo más, sino que se trata del edificio más antiguo que podemos encontrar en la ciudad. El título que recibe como catedral, no solamente es algo honorifico, sino también histórico. Esta Catedral de Glasgow está dedicada a San Mungo, patrón de la ciudad escocesa. De hecho, su sepultura se encuentra en esta edificación.
La Catedral de Glasgow, a través de su historia
Para comenzar, debemos tener en cuenta que la historia de esta Catedral está estrechamente vinculada a la de la ciudad. Debemos viajar al siglo VI, momento en el que San Mungo decidió traer el cadáver de Fergus, hombre santo, para ser enterrado en un lugar muy concreto, que llevaba por nombre Cathures. Es decir, lo que posteriormente se conocería como Glasgow.
Junto a la tumba, San Mungo construyó un imponente monasterio y sus restos fueron sepultados en ese lugar allá por el año 614. Motivo por el cual, durante la Edad Media, esta edificación se convirtió en un lugar de peregrinaje a tener en cuenta. Cada vez eran más los fieles que decidían acercarse a este punto.
Esa primera catedral fue sustituida por la actual, tras los daños que sufrió por un incendio. Es importante tener en cuenta que la primera piedra de este templo fue colocada por decisión de nada más y nada menos que David I de Escocia. Recordemos que su objetivo era algo tan concreto como establecer un obispado en Glasgow.
Esta catedral se erigió sobre la tumba de San Mungo y su consagración se llevó a cabo en 1197. Eduardo I de Inglaterra, en agosto de 1301, decidió visitar esta Catedral durante la primera de las históricas Guerras de Independencia de Escocia, realizando una serie de ofrendas tanto en el altar mayor como en la tumba de San Mungo.
Hablando de la vinculación de la historia de Glasgow con la de la catedral, debemos saber que, en el año 1175, el Papa Alejandro III no dudó en reconocer a la ciudad como “hija especial de Roma”. Esto provocó que la diócesis quedara completamente libre de la supremacía del arzobispado de York.
En el año 1406, un rayo causó graves daños, sobre todo en el campanario que estaba construido en madera. Varios obispos decidieron unir fuerzas para su reparación. De hecho, uno de ellos se convirtió en el principal responsable de la creación de la Universidad de Glasgow. Estamos hablando del obispo Turnbull, que animó al Rey Jacobo II a escribir una carta al Papa Nicolás V para establecer dicha universidad. En enero de 1451, el Papa respondió con una Bula para que se llevara a cabo este fin.
En el siglo XV, la Catedral de Glasgow estaba rodeada por una espectacular muralla. Entre esos muros, además de esta edificación, podíamos encontrar otras tantas como las casas parroquiales, el hospital de San Nicolás o, incluso, un cementerio. Gran parte de estas construcciones cayeron en el año 1560 con la Reforma escocesa, que provocó la eliminación de los elementos que tuvieran relación con la religión católica para poder utilizar este edificio para el culto protestante. De hecho, en el año 1562, David Wemyss fue declarado como primer ministro protestante de esta catedral.
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