Catedral Notre Dame d'Amiens, la más alta de todas las catedrales góticas francesas

Amiens es una de las ciudades francesas que, desde luego, no deja indiferente a nadie. ¡Ni mucho menos! Una de las edificaciones que más llama la atención es, sin lugar a dudas, la conocida como Catedral de Notre Dame de Amiens. Se trata de una edificación religiosa que se erigió bajo la advocación de Nuestra Señora.

Se trata de una catedral de estilo gótico cuya construcción comenzó en el año 1220. No es ningún secreto que se erigió bajo la influencia de dos grandes catedrales, como son la de Notre Dame de París y la de Notre Dame de Chartres. Uno de los datos más curiosos de esta construcción es que estamos ante la catedral más alta de todas las francesas que presentan un estilo gótico.

Y es que supera los 42 metros bajo bóveda. Lejos de que todo quede ahí, es la segunda del mundo y únicamente superada por la de Yamoussoukro. En esta Catedral de Notre Dame d’Amiens podemos encontrar diversas fases en cuanto a estilo gótico se refiere, como son el gótico radiante y el gótico flamígero. Es tan sumamente importante, a nivel histórico, cultural y arquitectónico, que en 1981 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La Catedral de Notre Dame d’Amiens, a través de su historia

Aunque la construcción comienza en el año 1220, cabe destacar que en la época paleocristiana ya había una iglesia en este mismo punto. De hecho, en 1218, hubo un incendio en esa edificación religiosa anterior, que databa del año 1150. Este hecho provocó que se comenzaran las obras cuyo objetivo no era solo restaurar, sino superar a todas las catedrales de la época.

La construcción, debido a su grandiosidad y a las numerosas dificultades que se encontraron en el camino, fue muy lenta. Por si fuera poco, también tardaron a la hora de hacer efectivas las compras de los terrenos que necesitaban para poder hacer realidad esa faraónica catedral.

Y es que en las inmediaciones había una serie de edificaciones realmente importantes por aquel entonces. No solamente hablamos de la muralla (que tuvo que trasladarse), sino también del hospital dedicado a San Juan Bautista, que también se trasladó, y la iglesia dedicada a San Fermín (patrón de la ciudad), que se tuvo que derribar.

La obra comenzó por el transepto sur y, entre 1220 y 1245, se decidió erigir el cuerpo de la catedral. A partir de ese último año, se construyó la cabecera. Un nombre importante en la historia de la Catedral de Notre Dame d’Amiens es el rey Luis IX, quien no dudó en apoyar la fábrica de la ciudad.

La cimentación llegó hasta los 9 metros bajo tierra, provocando que esta edificación religiosa fuese una de las más profundas y seguras de la época. El diseño de la Catedral de Notre Dame d’Amiens era de una planta con forma de cruz latina, un transepto de tres naves bajo e, incluso, un imponente coro de hasta cinco naves.

Si hay algo por lo que destaca, en cuanto a su distribución, es que todo es realmente armónico. Los arquitectos que se encargaron de este proyecto fueron Robert de Luzarches, posteriormente Thomas de Cormont y, finalmente, quien cogió el testigo fue, precisamente, su hijo Renault de Cormont. Lo cierto es que estamos ante una construcción verdaderamente impresionante que, desde luego, ¡no debes dejar de visitar si viajas hasta Amiens!