ITALIA
La Catedral de Parma es una de las edificaciones más impresionantes que podemos encontrar en la ciudad italiana. ¡Descubre su historia!
Es el momento perfecto para viajar a Italia, concretamente a Parma. En esta ciudad podremos encontrar una edificación verdaderamente sorprendente: la Catedral de Parma. También conocida como Basílica Cattedrale della Assunzione di Maria Virgine, se trata de una de las edificaciones religiosas más impresionantes que podemos encontrar en Italia.
Parece ser que en el siglo VI, en ese mismo lugar se erigió nada más y nada menos que una basílica que con el paso del tiempo, quedó completamente abandonada. Posteriormente en el siglo IX, el conde-obispo Guibodo, consagró otra iglesia posterior.
La Catedral de Parma no solamente destaca por su estilo románico sino que, además, en ella podemos encontrar un fresco de Il Coreggio, siendo una de las grandes obras del artista. La construcción de la Catedral de Parma comenzó por orden del obispo Cadalo, allá por el año 1059. A pesar de todo, no fue consagrada hasta el año 1116 por Pascual II.
Un terremoto en 1117 provocó que la nueva iglesia quedara bastante dañada, por lo que se procedió a su restauración. Por lo tanto, de ese edificio original, en la actualidad tan solo encontramos el transepto, el presbiterio, el coro y, cómo no, los ábsides. Uno de los puntos fuertes de esta Catedral de Parma es, sin lugar a dudas, su fachada.
Ésta fue terminada en 1178 y cuenta con tres plantas y tres portales, cuyas puertas fueron esculpidas en el año 1494 por uno de los grandes artistas de la época. Estamos hablando, cómo no, de Luchino Bianchino. Un dato curioso es que, entre la puerta central y la de la derecha podemos encontrar una tumba. Se trata de la de Biagio Pelacani, reconocido matemático que falleció en el año 1416.
Otro elemento que destaca de esta edificación religiosa es su campanario, de estilo gótico, que se añadió a la estructura original entre los años 1284 y 1294. Es importante tener en cuenta que, junto a la Catedral de Parma, podemos encontrar un sorprendente baptisterio que presenta una planta octogonal.
La Catedral de Parma, a través de sus características
Si ya llama la atención con su estructura, aún es más impresionante si descubrimos el interior. Tiene planta de cruz latina, así como una nave central y dos laterales. El motivo por el que el transepto y el presbiterio están elevados es simple: el objetivo era dejar espacio para esa cripta que se encuentra justo debajo. Precisamente en este lugar podemos encontrar un gran número de fragmentos de antiguos mosaicos.
En los laterales de la Catedral se encuentran una serie de capillas, en las que se encuentran los sepulcros de familias nobles de la ciudad italiana. Es importante saber que la Capella del Comune y la Capilla Valeri son de las que más llaman la atención, y todo porque mantienen la decoración original del siglo XIV.
Pero si hay algo por lo que destaca esta Catedral es por la cantidad de obras de arte que podemos encontrar. Desde el Descendimiento de Cristo de Benedetto Antelami que data del año 1178 hasta los que encontramos en la Capilla Valeri realizados por Bertolino de’Grossi (siglo XV), pasando por los frescos de Girolamo Mazzola Medoli situados en la cúpula del ábside.
Además, no podemos dejar de mencionar el monumento a San Bernardo di Uberti, que fue obispo de Parma entre los años 1106 y 1133 y es considerado patrón de la diócesis. Prospero Clementi y Girolamo Clementi, en el año 1544, se encargaron de hacer realidad el diseño que había hecho Mazzola Bèdoli. Cabe destacar, a su vez, el fresco de la Asunción de la Virgen que encontramos en la cúpula, realizado por Correggio entre los años 1526 y 1530.