SAN PATRICIO
Viajamos hasta la ciudad de Nueva York para conocer el origen de uno de los templos más importantes: la Catedral de San Patricio.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a una de las ciudades más conocidas y visitadas en todo el mundo. Estamos hablando, cómo no, de Nueva York. Allí encontramos un gran número de monumentos, construcciones y rincones que no dejan absolutamente indiferente a nadie.
Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la conocida como Catedral de San Patricio. Se trata de un templo católico de estilo neogótico, siendo la Catedral más grande de este estilo que podemos encontrar en América del Norte. ¡Es absolutamente impresionante, no cabe duda!
La Catedral de San Patricio de Nueva York, a través de su historia
Para conocer su origen, debemos viajar a principios de marzo de 1810. El solar en el que se erigió este templo fue adquirido con el fin de construir una escuela dirigida por los jesuitas. Tan solo tres años después, estos terrenos se revendieron a Dom Augustin LeStrange para destinárselos a los trapenses, una comunidad que estaba siendo perseguida por los franceses.
En 1814, coincidiendo con la caída de Napoleón, los trapenses regresaron a Francia por lo que abandonaron esta propiedad en Nueva York. Todo ello mientras la diócesis de la ciudad dejó claro que tenía como intención construir una nueva catedral para poder reemplazar la antigua Iglesia de San Patricio. Uno de los momentos clave de esta historia nos hace viajar hasta 1866, cuando la antigua catedral quedó completamente destruida. No fue hasta 1868 cuando se procedió a su necesaria reconstrucción.
Pero antes de que eso sucediese, debemos saber que este imponente templo fue diseñado por James Renwick Jr, siendo uno de los arquitectos más reconocidos de la época. Los trabajos comenzaron en 1858 pero se paralizaron como consecuencia de la histórica Guerra Civil Norteamericana. A pesar de todo, lograron continuar con su cometido, haciendo que las obras concluyesen en el año 1879.
Algo que tenían realmente claro a la hora de elaborar el diseño es que sus torres de más de 100 metros de altura dominasen Nueva York. A pesar de todo, en la actualidad todo ha quedado en una pequeña ilusión puesto que, muy cercano a esta Catedral, está el imponente Rockefeller Center.
No podemos dejar de mencionar que, entre los años 1927 y 1931, este templo católico se sometió a un proceso de restauración por el cual se instaló un impresionante órgano. Por si fuera poco, se aprovechó la ocasión para poder ampliar el santuario que podemos encontrar en el interior.
Si hay algo por lo que destaca esta Catedral de San Patricio es que se ha convertido en inspiración de grandes escritores a lo largo de los siglos. Un claro ejemplo lo encontramos precisamente en Giannina Braschi con su obra ‘El imperio de los sueños’, en la que la protagonista decide entrar en esta Catedral para tocar las campanas a modo de liberación espiritual. Sin duda, una de las escenas más espectaculares de esta historia.