MÉXICO
El problema es tal que muchos edificios de la ciudad han tenido que ser reforzados para evitar su derrumbamiento.
Ciudad de México es la capital de México, pero también podemos decir de ella que es una urbe muy poblada y situada a gran altura. Son muchas las personas que la visitan diariamente, y es que allí se pueden descubrir lugares de interés como su Templo Mayor, un templo azteca que data del siglo XIII.
Además, en Ciudad de México hay otros monumentos y rincones considerados todo un atractivo turístico; la Catedral Metropolitana, la Plaza de la Constitución o el Palacio Nacional son algunos de ellos. No obstante, en estas líneas no vamos a hablar de todo lo que hay para visitar en esta gran ciudad, sino que vamos a hacerlo sobre una curiosidad o problemática que atañe a esta metrópoli: cada año se hunde un poco más.
Para saber la causa hay que mirar al lugar sobre el que se construyó la Ciudad de México. Todos sus edificios se levantaron sobre el lecho de lagos antiguos, y ese es el motivo por el que todos los años se adentra un poco más hacia la tierra. Tanto es así que, según algunos cálculos realizados por expertos en la materia, las láminas de arcilla que hay bajo la Ciudad de México pueden comprimirse hasta en un 30% en un futuro.
En esta línea, cabe apuntar que las autoridades tienen localizados alrededor de 600 puntos en los que el subsuelo se ha hundido o se ha fracturado en mayor o menor medida. Pero de entre todos ellos, hay 12 lugares ubicados a lo largo y ancho de colonias como Iztacalco y Benito Juárez que cuentan con deformaciones críticas.
Como decíamos, esto ocurre como consecuencia del movimiento de la tierra, puesto que la Ciudad de México se construyó sobre antiguos lagos. Pero además, los expertos consideran que ha habido otra cuestión que ha empeorado la situación: durante años, se extrajo agua de esta zona para abastecer a la población. Así, mientras se obtenía agua del subsuelo, parte de la superficie empezó a hundirse a más velocidad.
El problema es tal que muchos edificios de la Ciudad de México han tenido que ser reforzados, puesto que el hundimiento provoca daños en sus estructuras y puede conllevar el derrumbamiento de algunos de ellos. Y es que quizá haya quien piense que no es para tanto, pero la capital de México se hunde cada año alrededor de 50 centímetros y el ritmo es cada vez más acelerado.