Viajes de colores
Por una u otra razón, son muchas las ciudades que han llenado de color sus calles: blancas, rosadas, azules… Esto las ha vuelto muy conocidas ya que, a simple vista hay un color o varios que prevalecen, lo que llama la atención entre los viajeros. A continuación, hemos seleccionado unas cuantas para que entendáis de qué hablamos.
Alrededor del planeta existen ciudades que han sido edificadas de manera que el color de sus edificios quede armónico en todas ellas. Así, os traemos una pequeña lista de algunas de las más impresionantes y bonitas, distribuidas en diferentes continentes.
1. Chefchaouen (Marruecos)
Las calles de esta ciudad del norte de Marruecos adoptan un color azul intenso. Para que este no se apague, cada año los habitantes de Chaouen, antes del Ramadán organizan un festival para pintar nuevamente toda la ciudad.
2. Oia (Grecia)
En las laderas de la isla de Santorini, en Grecia, se encuentra esta pequeña localidad que viste de blanco sus fachadas. Para romper un poco con el color, las cúpulas de los tejados se pintan de un color azul, a juego con el mar que baña su costa. En nuestro país también encontramos esta tonalidad, en lugares como Ibiza o pequeños pueblos de Cádiz.
3. Jaipur (India)
Uno de los símbolos de la ciudad es ese color rosado que baña sus edificaciones desde siglos atrás. Es una de las ciudades con más historia de la India y se cree que esta tonalidad escogida trae fortuna.
4. Izamal (México)
Situada en Yucatán, cerca de la ciudad de Mérida, esta población de arquitectura colonial pinta todos sus muros con una tonalidad amarilla. Para muchos viajeros, es uno de los lugares más increíbles del país y tiene como símbolo el convento de San Antonio de Pauda, construido por los españoles en el siglo XVI.
5. Burano (Italia)
Al norte de Venecia se encuentra esta pequeña isla, famosa por ser un lugar de calles multicolor. Según la leyenda, antiguamente los marineros pintaban las casas de colores para que, cuando la niebla estaba baja, pudieran llegar hasta ellas sin problema. En realidad, los vecinos están obligados a pintarlas cada cierto tiempo para que el lugar no pierda encanto.