Imprescindibles en poco tiempo
¿Pensando en hacer un viaje a Italia? Os presentamos la manera de recorrer sus principales ciudades en tan solo una semana.
Todos los países tienen una joya que los amantes de los viajes deben visitar; una ciudad cuyo encanto destaca por encima del resto o una creación de la naturaleza cuya existencia es conocida en todo el mundo. Es fácil que esto suceda, como os decimos, en todos los países del mundo; lo que es difícil es que el país en sí mismo sea una joya.
Y esto mismo ocurre con Italia. Cuando uno piensa en visitar Italia, probablemente su primer pensamiento vaya hacia Roma, por todo lo que se encuentra en la capital. Pero... ¿Qué pasa con Venecia, única en el mundo? ¿Y Florencia, que nos atrapa y nos envuelve como pocos destinos? ¿Y Verona, con todo lo que representa? Es difícil escoger una sola ciudad, por eso os lo ponemos fácil: ¿qué os parece recorrer esas principales ciudades de Italia en una semana?
Puede parecer una locura, pero es posible. Teniendo siempre presente que nuestro tiempo en cada destino será limitado y que evidentemente nos quedaremos sin ver cosas, sí es posible pasar de un lugar a otro y sentir que, en tan solo siete días, hemos descubierto buena parte de un país precioso que seguirá esperándonos para otro viaje.
De momento, este primer viaje comienza en Milán. Para aquellos que conocen Milán, saben que esta ciudad se aleja un poco de la típica ciudad italiana marcada por la historia, pero el impresionante Duomo que la gobierna bien merece una visita. Milán puede verse, en esencia, en un día, y es una primera parada perfecta, también porque las conexiones desde España son muy buenas.
Para nuestro segundo día, elegimos Verona. Como el transporte en Italia merece un notable (sobre todo en lo que se refiere al tren), tardaremos entre dos y tres horas (dependiendo del medio de transporte que elijamos) en desplazarnos desde una ciudad a otra, y es un viaje que podemos hacer de madrugada, por lo que no perderemos tiempo de visita. Verona también puede verse en un día; es pequeñita pero encantadora, y aunque querréis quedaros mucho más tiempo debemos seguir moviéndonos.
Nuestra tercera parada es Venecia (a dos horas de distancia de Verona). Os aconsejamos que lleguéis a primera hora de la mañana y no perdáis el tiempo: lo primero que debéis hacer es dar un paseo en góndola cuando el tráfico de éstas es moderado, para ver la ciudad con calma. Después, perderos entre sus calles. Tenéis un día entero para ello.
Desde Venecia viajamos hasta Florencia (entre dos y cuatro horas) para pasar nuestro cuarto día. Lamentablemente, Florencia no puede verse en un solo día; son demasiados los puntos obligatorios que el turista debe visitar, aunque el principal problema es que seguramente queráis quedaros bastante más que veinticuatro horas. Disfrutadla y prometeos volver, porque nuestro siguiente destino es Roma.
Las conexiones entre Florencia y Roma son muy buenas (depende del tren que escojáis, podríais tardar tan solo hora y media), así que dejamos a vuestra elección el permanecer unas horas del quinto día en la ciudad del Renacimiento, pero debéis finalizarlo en la capital italiana. Roma tiene mucho que ofrecer y tampoco puede verse en un día, por eso nuestro consejo es que tanto el quinto como el sexto lo paséis aquí.
Solo para poner el broche final a un viaje perfecto en Nápoles (a unas dos / tres horas de Roma). Se dice que la mejor pizza la encontramos en Nápoles y, además, es una ciudad muy bonita que nos hará terminar con muy buen sabor de boca un viaje que debería ser obligatorio para todos aquellos que amen viajar. La bella Italia siempre nos acogerá con los brazos abiertos.