MÉXICO
Es el momento de conocer la historia que hay detrás del Convento de San Bernardino de Siena, uno de los más significativos de Yucatán.
Ponemos rumbo a México, concretamente a la zona de Yucatán. Estamos ante un lugar que no logra dejar indiferente a nadie, por la cantidad de edificaciones e historia que podemos encontrar. Un claro ejemplo lo encontramos en la ciudad de Valladolid, donde está situado el conocido como Convento de San Bernardino de Siena.
Se trata de una construcción religiosa en la que se aprecia, sin lugar a dudas, su estilo franciscano. Estamos ante una auténtica joya a nivel arquitectónico. Uno de los puntos fuertes de este convento se halla en su interior. Estamos hablando, cómo no, del retablo mayor. Es el momento perfecto para conocer muchos más detalles de esta significativa edificación.
El Convento de San Bernardino de Siena, a través de su historia
Para conocer su origen, debemos tener en cuenta que su fundación se debió a la llegada de los Franciscanos a Yucatán. Este edificio es uno de los 7 de este estilo que podemos encontrar en todo el estado. Como curiosidad, el de San Bernardino de Siena es el segundo más grande, después del de Izamal.
A pesar de todo, sí que debemos saber que este convento fue nada más y nada menos que la primera sede de esta congregación en la ciudad mexicana de Valladolid. Si ya llama la atención por su imponente exterior, lo cierto es que las grandes joyas las encontramos en su interior.
Y es que podemos encontrar diversos vestigios que sirvieron para proceder a la evangelización de los mayas. Por lo tanto, en ese mismo lugar se llevaron a cabo los diversos procesos de conversión a la religión católica. En su totalidad, el Convento de San Bernardino de Siena está formado por iglesia, capilla, atrio, exconvento y huerta.
En la entrada principal podemos encontrar un escudo, que corresponde al franciscano, pero también unos números romanos, en los que queda plasmado el año en el que se construyó. Nada más entrar a la iglesia, llama poderosamente la atención ese retablo mayor que está elaborado en madera y pintado de oro con estructuras de estilo barroco. Allí encontramos no solamente la imagen de Santa Teresa de Jesús, sino también de la Virgen Dolorosa.
Una de las tantas curiosidades de este lugar es que, justo en la parte de abajo de esta zona, podíamos encontrar una noria. Ésta tenía como objetivo proveer de agua, ya que da justo a la entrada de nada más y nada menos que un cenote. Tampoco podemos dejar de mencionar los imponentes murales en los que diversos santos son protagonistas.
Una época a tener en cuenta en la historia de este Convento de San Bernardino de Siena es la conocida como Guerra de Castas. Por aquel entonces, la iglesia no solamente fue saqueada, sino que sufrió grandes daños. A pesar de todo, el propio Convento no fue tan dañado como ocurrió con prácticamente todas las edificaciones de la ciudad. Eso sí, varios elementos sufrieron este perjuicio. Un claro ejemplo lo encontramos en sus campanas, que fueron enterradas frente a la Capilla de San Roque.
Sea como sea, lo cierto es que el paso del tiempo ha hecho posible que el Convento de San Bernardino de Siena se haya convertido en uno de los grandes atractivos no solamente de Valladolid, sino también de Yucatán. Una visita más que obligada ya que es una construcción que, desde luego, no te dejará indiferente.