VIVIR BAJO UN CLIMA EXTREMO
Poniendo rumbo a las antípodas, en Australia Meridional y a medio camino entre las ciudades de Adelaida y Alice Springs, encontramos Coober Pedy, un lugar verdaderamente insólito.
Al estar ubicado en pleno desierto, los habitantes de este pueblo soportan un clima árido, con temperaturas extremas que en ocasiones superan los 48 ºC. Un lugar a priori inhóspito y que, sin embargo, han convertido en su hogar. ¿Y cómo lo han hecho? Excavando una ciudad bajo la tierra. Sólo así es posible combatir el calor abrasador.
La siguiente pregunta es ¿por qué lo han hecho? Y la respuesta a esta cuestión es muy sencilla. La razón está en los ópalos, un mineral silíceo que es una de las piedras semipreciosas más valoradas del mundo. El mineral fue descubierto en 1915 por un joven de 14 años llamado Willie Hutchison y a partir de este momento se estableció la ciudad, que lleva este nombre por la palabra aborigen 'kupa' (hombre blanco) y 'piti' (agujero).
Cien años después de la fundación de este asentamiento, Coober Pedy cuenta con 70 minas que cubren casi 5.000 kilómetros cuadrados y producen la mayor cantidad de ópalos del mundo.
Y al margen de las minas, bajo la tierra existen túneles subterráneos que conectan las viviendas de su extravagante comunidad, además de las iglesias, los hoteles, y el campo de golf. Este último situado en la superficie y que, por supuesto, no cuenta con césped alguno. La superficie del campo es de tierra y sólo se puede practicar el golf por la noche, por lo que cuentan con pelotas brillantes.
Algunas viviendas están excavadas a 7 metros de profundidad y cuentan con las mismas comodidades que podamos encontrar en nuestros hogares: dormitorios, baños, salas de juego, agua corriente, electricidad y aire acondicionado incluso.
Debido al peculiar estilo de vida que llevan los habitantes de Coober Pedy, el turismo se ha convertido en la segunda industria en importancia para la ciudad, por detrás de la minería. Y es que este es un lugar para descubrir ópalos, encontrarse con gente de todo el mundo en sus casas cavadas en la tierra (denominadas 'dugout') y visitar la galería de arte subterránea.
Si te apetece visitar este pueblo subterráneo es relativamente fácil (teniendo en cuenta que está en las antípodas). Hay seis vuelos semanales entre Adelaida y Coober Pedy, y también puedes llegar en autobús o tren.
En cuanto a alojamiento, aquí se encuentra el único hotel del mundo que está bajo tierra. Es el Desert Cave Hotel, que dispone de gimnasio, sauna, restaurante italiano, bodega, y taller de ópalos. Si en vez de comprar el ópalo quieres obtenerlo por tus propios medios no tienes más que ponerte un casco y revivir los días de la minería de pico y pala en los laberínticos corredores, donde aún hay estratos de ópalo en las paredes. Pero si lo tuyo no es la minería, tranquilo; también puedes explorar la historia de Coober Pedy en una mina abandonada, ahora transformada en museo.
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