Respeto por el medio ambiente
Recientemente, los destinos croatas Mali Lošinj, isla de Krk, Pula, Gorski kotar, Delnice y Drniš han recibido el prestigioso ‘Sustainable Destinations Top 100 Certificate for 2016’ en la conferencia Global Green Destinations Day. Además, la iniciativa Global Green Map de este país pretende mostrar la oferta verde de viajes a través de un sistema de información que notifica a los visitantes sobre la mejor experiencia que pueden vivir allí.
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Estos dos datos dan fe del tipo de turismo por el que apuesta Croacia, un turismo basado en la calidad antes que en la cantidad, que respeta el medio ambiente y su bella costa en el Adriático que no permite demasiadas construcciones y que cuenta encantadoras ciudades llenas de historia y cultura. Todo ello, además, logra convivir en perfecta armonía.
Hay muchos motivos para visitar Croacia y algunos de ellos son sus siete lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en los que se incluye Dubrovnik, sin duda una de las ciudades más bellas de Europa, sus ocho Parques Nacionales y diez Parques Naturales en los que se puede disfrutar de una naturaleza muy variada, su litoral, que serpentea desde la Península de Istria hasta el sur de Dalmacia, dejando bellas calas y acantilados o sus islas, como Hvar o Korcula, en Dalmacia o Rab y Losinj en la bahía de Kvarner, que en ocasiones se agrupan en archipiélagos tan interesantes como los de o Kornati. Un total de 1.185 islas e islotes salpican una costa de gran tradición en este tipo de turismo y con numerosas marinas donde alquilar un barco a vela o una embarcación a motor (con o sin patrón) para disfrutar de esta costa y de sus cristalinas aguas de una forma independiente.
Como puedes ver, la variedad de la oferta turística en Croacia va más allá de Dubrovnik o Split. Es un país ideal para practicar deportes de aventura, para disfrutar de su gastronomía o de sus excelentes vinos y para perderse entre los rincones mágicos que la historia ha dejado en sus calles. Y es que en Croacia abundan bien preservados monumentos culturales e históricos de los últimos 2.000 años gracias a los acontecimientos históricos vividos y a la influencia de multitud de culturas.
Su parte costera se caracteriza por la influencia centenaria de la cultura mediterránea, sobre todo de la veneciana, y por los numerosos monumentos que datan desde el II a.C, de periodos como la época romana y Alta Edad Media. También por el patrimonio sacro romano así como una la serie de poblados y entidades urbanas construidas alrededor de ellos que le confieren una fisonomía típica mediterránea. Un claro ejemplo es Zadar, en la Costa Dálmata, cuya historia se remonta a casi 900 años antes de Cristo, donde no te puedes perder el Museo Arqueológico y los restos del antiguo Foro Romano, del siglo III antes de Cristo. Lo que es la ciudad vieja estuvo completamente amurallada y parte de esas construcciones defensivas se conservan, entre ellas seis puertas de entrada a la ciudad. La más famosa es la Puerta de Zara, del siglo XVI, decorada con el León de San Marcos, símbolo de Venecia, otro pueblo que en su momento ocupó esta población. El símbolo de la ciudad de Zadar es una iglesia, la Iglesia de San Donato. Su origen se remonta al siglo IX y es fácilmente reconocible por su forma circular, lo que le hace tener una acústica estupenda para que en ella se celebren conciertos.
También la zona continental de Croacia es parte integrante del círculo cultural centro europeo y se distingue por sus numerosos emplazamientos prehistóricos de importancia mundial, de antiguas ciudades, fortalezas y castillos, monumentos de la Baja Edad Media y de la época moderna y de la arquitectura barroca. Algunos ejemplos son la catedral de Zagreb o el castillo de Trakoscan.
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