MALLORCA
Puede que las Cuevas del Drach sean las más conocidas de la isla de Mallorca, pero las de Artà también son una gran opción.
Cuando un viajero se plantea visitar Mallorca, las Cuevas del Drach son uno de esos destinos que se consideran imprescindibles allí. Sin embargo, el paisaje subterráneo de esta isla es muy amplio y hay muchos otros lugares por descubrir. Por ejemplo, las Cuevas de Artà, otro de los emblemas de Mallorca.
Las Cuevas de Artà son otro de los grandes reclamos turísticos de la isla, y es que ofrecen al turista un punto de vista diferente de la más grande de las islas Baleares. Según los datos que se tienen sobre ellas, han recibido visitantes desde el siglo XVI. Y poco a poco son cada vez más las personas que se animan a adentrarse en ellas y conocer esta otra cara de la isla.
Situadas en el término municipal de Capdepera, las Cuevas de Artà pueden recorrerse en paseos de entre 35 y 40 minutos todos los días. La visita es guiada y se hace en pequeños grupos, algo que, lejos de lo que pueda parecer, hace mejor la experiencia. Esto es así porque el guía se encarga de dar todos los detalles necesarios para conocer mejor este tesoro mallorquín de alrededor de 6.000 m².
Para que te hagas una idea mejor, debes saber que el recorrido horizontal por el interior de las Cuevas de Artà es de aproximadamente 700 metros. Durante el recorrido, eso sí, la altura del techo de la cueva oscila entre los 15 y los 45 metros. Pero esto no es lo único que puede cambiar durante el paseo, sino que también puede hacerlo la temperatura. La humedad en el interior es alta y los grados se sitúan entre los 17 y los 22.
Sobre estas cuevas, por otro lado, podemos dar algún que otro detalle más. Por ejemplo, que su entrada natural se encuentra en lo alto de una escalinata desde donde se obtienen unas buenas vistas de la bahía de Canyamel. No obstante, si decides entrar a las Cuevas de Artà debes saber que no lo harás por la cavidad natural, sino por un túnel que da al denominado vestíbulo de la cueva.
Además del vestíbulo, durante una visita guiada a las Cuevas de Artá también se puede ver de cerca a la Reina de las Columnas. O lo que es lo mismo: una imponente estalagmita de 17 metros de altitud. Después de esto llega el turno del Purgatorio, la sala del Teatro, la sala de las Banderas y la Gloria.
Sobre todos ellos podríamos dar más información, pero quizá prefieras hacer la maleta, coger un avión que te lleve a Palma y después organizar una excursión para conocer en primera persona este regalo de la naturaleza.