La fiesta de la cerveza
Cada año, Munich acoge a millones de personas en uno de los festivales más importantes de Europa. Un festival del que se adueñan los italianos durante el último fin de semana del mismo.
Cada año desde 1810 se celebra en el centro de Munich una de las mayores fiestas de Alemania, sino la más grande. Dos siglos después, todo lo que envuelve a la Oktoberfest no solo no se ha perdido sino que ha ido creciendo hasta convertirse en una de las mayores concentraciones de personas dadas en un mismo lugares. Se estima que son seis los millones de personas que visitan la capital de Baviera durante su celebración.
Una celebración que dura algo más de quince días y que siempre comienza el primer sábado después del 15 de septiembre. Se extiende durante tres fines de semanas y aunque en todos ellos encontramos acontecimientos especiales, uno destaca por encima de todos. Destaca porque no solo es alemán: también es italiano. El tercer fin de semana es suyo.
Desde hace unos años y por la cercanía que existe entre el Norte de Italia y la capital bávara, la afluencia de italianos al Oktoberfest ha crecido hasta el punto de que se ha consagrado una fiesta que une a ambas nacionalidades y que cuenta incluso con la colaboración de las autoridades.
La policía italiana también se desplaza hasta el lugar, logrando así que aquellos italianos que acuden en grandes excursiones terminen de sentirse como si estuvieran en casa, como si fuera una fiesta más que llevara su sello. Cambiando el vino por la cerveza, claro.