JUEGUETES
Un viaje a la historia y la nostalgia infantil.
Los juguetes han estado presentes en la vida de los niños desde hace miles de años. En la antigüedad estaban hechos de materiales naturales: piedra, huesos, madera y telas y con los tiempos se ha ido haciendo con otros materiales como hojalata o plásticos. Siempre han tenido una función educativa y si contemplamos los juguetes a lo largo de la historia podemos ver a través de ellos cómo han ido evolucionando las sociedades. Vamos a hacer un recorrido por cinco museos que guardan verdaderos tesoros y que nos muestran los cambios históricos, tecnológicos y sociales reflejados en los juguetes.
Museo de los juguetes del mundo de Basilea, Suiza
Este museo está en pleno centro de la ciudad suiza de Basilea, en un hermoso edificio de cuatro plantas construido en 1867. En sus mil metros cuadrados de superficie alberga más de seis mil piezas, convirtiéndole en el mayor museo de muñecos de Europa. Tiene más de 2.500 osos de peluche -alguno de 1904 de la marca Steiff- y más de mil muñecas creadas entre principios del siglo XIX y mediados del XX. Hay también antiguos tiovivos -recreados hasta el más mínimo detalle-, que se ponen en marcha con sólo apretar un botón. Tienen la mejor colección de casas de muñecas que muestran escenas cotidianas con exquisitas reproducciones en miniatura de los más diversos objetos cotidianos de cada época. Se recrean tiendas de ultramarinos, escenas cotidianas de la ciudad y juguetes antiguos. Un mundo en miniatura que hará las delicias de niños y mayores.
Museo del juguete de Nuremberg
Es uno de los museos más famosos del mundo y muestra en sus 1.400 metros cuadrados la historia del juguete desde la antigüedad hasta nuestros días. Esta ciudad es cuna de la fabricación de juguetes y celebra una Feria Internacional de Juguetería muy reputada. En este museo se conservan muñecos de la Edad Media, juguetes de estaño y hojalata de la época industrial, juguetes tradicionales de madera y enormes maquetas de ferrocarril. Los amantes de los juguetes más contemporáneos también tienen su particular paraíso en Nuremberg; podrán encontrar construcciones de Lego, muñecas Barbie y recreaciones con piezas de Playmobil.Museo Valenciano del Juguete. Ibi, Alicante
El Museo Valenciano del Juguete es un centro para la conservación, investigación y difusión del patrimonio juguetero. Comenzó cuando la cooperativa juguetera Payá donó los fondos que tenía en sus almacenes al Ayuntamiento, y decidieron construir un museo. En este museo se exhiben los juguetes y, además, se rinde tributo a la empresa y a los trabajadores jugueteros. El museo se ha montado en la propia fábrica Payá; la nave central de 1912 alberga la exposición permanente y la nave de talleres las exposiciones temporales. Un recorrido por este museo es un recorrido por el pasado, por la infancia de décadas pasadas y por la forma de entender
el mundo a través de sus juguetes.
En este espacio podemos encontrar juguetes que recreaban cocinas de carbón y de gas del siglo pasado -con sus ollas y menaje-, máquinas de coser a escala infantil y muñecas que nos llenarán de nostalgia. Se pueden ver también emblemáticos coches y camiones de bomberos y de transporte, y trenes y máquinas de vapor; el sueño de la noche de Reyes de todos los niños del mundo.
Museo de Juguetes Populares de Japón. Kurashiki, Okayama
Este museo se dedica a mostrar y preservar la tradición por los juguetes populares japoneses. Se conoce como gangukan, que se puede traducir como juguete mecánico, dada la tradición que hay en Japón desde el siglo XVII por estos mecanismos. El museo se inauguró en 1967 en el barrio de Bikán, de la ciudad de Kurashiki, en la prefectura de Okayama.
Aquí se exhiben alrededor de 10.000 juguetes recolectados en todo Japón. Se muestran agrupados por regiones, y podemos encontrar desde muñecas de arcilla Kurashiki y Kibitsu a muñecas daruma -con forma de buda barbudo y que se regalan para desear buena suerte-. También podemos encontrar las tradicionales Hina y Tenjin, que se utilizan para celebrar el día de las Niñas en Japón y representan a la emperatriz Himemiko y al emperador Tenjin, quienes se supone que están presentes para proteger a los niños de la mala suerte. También se exhiben cometas y máscaras y, en el piso superior, juguetes de madera y peonzas. Y aquí podemos encontrar una peonza de 90 cm de diámetro que batió un récord Guinness por girar durante una hora, ocho minutos y cincuenta y siete segundos, ahí es nada.
Los juguetes no son solo para los niños, son una forma de entender la sociedad de una época y contemplar la evolución de las costumbres y los juegos en cada momento histórico. Una visita que encantará a pequeños y mayores.