MÉXICO
Es la sexta ciudad más poblada de México, pero eso no le resta ni una pizca de encanto. El color reina en todas sus calles y, descubrirla, es toda una delicia.
Es posible que tengas pensado hacer una ruta por México próximamente o que sueñes con hacerla algún día. O quizá no entre en tus planes ahora mismo, pero lo haga una vez termines de leer este artículo. Porque vamos a hablar de Guanajuato, la sexta ciudad más poblada del país y también una de las más bellas y pintorescas.
Guanajuato es una ciudad colonial repleta de encanto. También es color. Lo tienen sus calles, sus fachadas y cada uno de sus rincones. Como por ejemplo la panorámica que regala el mirador del Pipila. No es de extrañar que sea uno de los puntos más visitados de la ciudad y tampoco uno desde el que se toman infinidad de fotografías. Porque la estampa de postal que se extiende ante los ojos de quienes deciden ir a visitarlo es irrepetible.
También está repleta de color la subida de San Miguel, una calle repleta de murales que debes admirar bien de cerca. Y la Basílica Colegiata de Guanajuato, cuyo color amarillo se ve desde muchos puntos de la ciudad. Además está ubicada en la plaza de la Paz, otro rinconcito que no puedes perderte porque derrocha belleza.
Si hablamos de plazas, otra que no debe faltar en tu itinerario para descubrir la ciudad de Guanajuato es la plazuela de San Fernando. Ni la del baratillo. Las fachadas de sus edificios, como en cualquiera otra parte de la urbe, están pintadas de colores vivos. Rosas y rojos sobre los que reina el verde, pues son muchas las plantas que cuelgan de ventanas y balcones.
Pero como decíamos, no hay un espacio soso en Guanajuato. Sus calles están llenas de vida y hay muchas por las que no puedes olvidarte de pasar. La Calle Positos es seguramente una de las más hermosas, y tampoco puedes perderte el callejón del Potrero o la calle del beso. Aunque bien es cierto que tampoco puedes dejarte en el tintero sus calles subterráneas, pues también es muy interesante descubrirlas.
Para acabar seguimos con las calles, porque en ellas no hay solamente mucho color. También se llenan de música cuando se dan sus callejoneadas. ¿Que de qué se trata? De beber, cantar y disfrutar al máximo de tu estancia en la ciudad junto a las personas que habitan en ella. Son, en realidad, una especie de espectáculo musical que te lleva a realizar un recorrido turístico por la ciudad en compañía de la estudiantina. Tiene comienzo en el atrio del Templo de San Diego y es toda una tradición del lugar. También una oportunidad de descubrir de un modo diferente Guanajuato.