Cosas que descubrir en Suiza
Si unimos nuestra pasión por la gastronomía y por los viajes, el resultado es el tren del queso y el tren del chocolate, en Suiza. Te los descubrimos.
Viajar es ya en sí misma una actividad que nos llena, que nos hace mejores, que nos ayuda a abrir los ojos y que nos regala momentos que jamás olvidaremos. Pero cuando combinamos este hobby con otras de nuestras pasiones, el resultado es inmejorable. Por ejemplo, viajar a la otra punta del planeta y disfrutar de su gastronomía es, para muchos, lo máximo. De ahí que el turismo gastronómico no haga más que crecer y ganar adeptos. Ya no sólo hablamos de aprovechar viajes para conocer la gastronomía de un lugar, sino también de viajar a cierto destino precisamente para esto.
Son muchos los rincones del planeta que, además de presumir de sus productos y de sus tradiciones en la cocina, han desarrollado una serie de actividades pensadas para que los turistas buceen en su gastronomía. Uno de los ejemplos más deliciosos lo encontramos en Suiza y lo hacemos en forma de tren. Allí los viajeros podrán contemplar las vistas de un país tan maravilloso como este a bordo del tren del queso y del tren del chocolate. Sus nombres ya lo dicen todo.
El primero de ellos circula entre Montreux y Château-d’Oex y ofrece una experiencia completa en la que los viajeros no sólo degustarán este manjar, sino que conocerán su historia y las diferentes fases de su elaboración. Durante el viaje en sí, los pasajeros podrán disfrutar de una copa de vino y de queso de la región, mientras contemplan la belleza del paisaje. En Château-d’Oex se visita primero el restaurante ‘Le Chalet’, donde los asistentes aprenden cómo se elabora el queso de la casa y, más tarde, degustan una riquísima fondee biológica. Más adelante, para bajar la comida, se ofrece una visita al museo Pays-d’Enhaut. La duración del viaje es de unas 5 horas y media, en las que tus sentidos disfrutarán como nunca.
Por otro lado, tenemos el tren del chocolate. En este caso, el ferrocarril une las ciudades de Montreux, Broc y Gruyères. Para empezar, los viajeros recibirán café y croissants a la salida de la estación de Montreux y más adelante disfrutarán de una degustación en la fábrica de chocolate Maison Cailler de Nestlé (en Broc) y de una riquísima fondue de queso en la quesería ‘La Maison du Gruyère’. Toda una experiencia culinaria, rodeada de la belleza de Suiza, y que dura en torno a 9 horas.
Este es un ejemplo más de esas actividades de las que hablábamos antes, que tan bien combinan gastronomía y turismo, además de historia, cultura y naturaleza. Dos opciones diferentes que no deberías perderte en tu viaje a Suiza y que te permitirán conocer más a fondo el país, mientras disfrutas como un niño pequeño.