Irlanda
Irlanda es uno de esos destinos a los que siempre acudimos cuando pensamos en una escapada, pero solemos centrarnos en Dublín. Pero, ¿qué otros lugares merece la pena visitar? ¡Te lo contamos!
Normalmente solemos apostar por destinos cercanos cuando preparamos una escapada no demasiado larga, algo completamente lógico. No podemos estar demasiado tiempo sin viajar, por lo que aprovechamos puentes y pequeñas vacaciones, como las de Semana Santa, para conocer lugares que no están demasiado lejos y que, por tanto, son en cierta manera económicos y no requieren de un viaje demasiado largo. Aquí entra en juego Irlanda.
Este país europeo recibe miles de turistas a la semana, los cuales suelen apostar por Dublín, su capital, como principal destino, lo cual es bastante entendible si tenemos en cuenta el interés histórico y cultural de la ciudad, así como su belleza y su encanto, que la convierten en una de las ciudades más especiales y mágicas de nuestro continente.
Pero esto no significa, ni mucho menos, que Dublín sea la única ciudad irlandesa que merece la pena visitar cuando nos decidamos a conocer el país. Hoy te traemos 7 ejemplos de lugares por los que todos deberíamos apostar cuando vayamos a Irlanda. ¿Te los vas a perder?
Galway
Por supuesto, no podíamos empezar por otro que no fuera Galway. Los amantes de la música de Ed Sheeran ya habrán investigado absolutamente todo acerca de esta pequeña ciudad, pero no hay nada como conocerla en persona. Son muchos los encantos turísticos de la misma, pero lo que quizá más atrapa a los turistas es recorrer sus calles, respirar su ambiente y contemplar la belleza de sus casas de colores.
Cork
Hay quien se atreve a asegurar que la ciudad de Cork es la mejor de todo el planeta. En ella puedes encontrar arte, historia y hasta un museo de la mantequilla, pero sobre todo te toparás con una belleza que parece sacada de un cuento. Sus casas de colores reflejadas en el río te dejarán sin palabras, como también lo hará el buen ambiente que hay en cada rincón, algo muy típico de Irlanda.
Killarney
Si el ambiente es uno de los grandes encantos de Irlanda, la naturaleza y los paisajes que allí se pueden contemplar no se quedan atrás. Un ejemplo claro de ello lo tenemos en Killarney, una pequeña ciudad en la que poder respirar aire puro, contemplar la vida sin ningún tipo de aditivo y enamorarte de la belleza de un país repleto de lagos, acantilados y sobre todo mucho, pero que mucho verde.
Dingle
La península de Dingle es otro ejemplo claro de lo que anteriormente comentábamos. Lejos de las grandes ciudades y del barullo que se origina en ellas, podemos encontrar la paz absoluta y la conexión con nuestro planeta en lugares como este. Pasear por cualquiera de sus zonas, dejándote llevar, será una de esas experiencias que se quedarán contigo para siempre. Y si te gusta la fauna marina, prepárate, porque vas a enamorarte.
Kilkenny
Pero no todo es naturaleza y paisajes en Irlanda. Kilkenny, por ejemplo, es otro de los destinos que nunca deberíamos dejar pasar si visitamos este país. Estamos hablando de un pueblo medieval que aún conserva muchas de sus edificaciones, como su espectacular castillo, típico escenario de una de esas novelas que hablan de misterio en la Irlanda que a tantas personas ha conquistado.
Westport
Otra localidad con encanto es Westport. Dicen que es uno de esos pequeños pueblos de los que te enamoras nada más lo pisas y que se queda en ti conforme vas caminando por sus calles y sus puentes. La belleza de sus edificaciones y de los paisajes que forman ya debería ser suficiente motivo para visitar este lugar, pero además cuenta conmemorase atracciones históricas, así como con diferentes monasterios y abadías por la zona.
Tralee
Por último, cerramos con una ciudad algo más conocida como es Tralee. Cuenta con diferentes atracciones turísticas y culturales, que suelen ser un reclamo para los visitantes. De hecho, estamos hablando de una ciudad bastante turística dentro de Irlanda. Pero, de nuevo, este destino es perfecto para los amantes de la naturaleza, que podrán disfrutar de diferentes rutas a pie que les dejaran sin habla.