Gastronomía
El Mentidero de la Villa ha dado de comer a dos de los tres hombres más ricos del mundo se han sentado a la mesa. Por discreción, en este restaurante no se dan nombres. Pero la imaginación es libre.
Este espacio madrileño situado en la calle Almagro, que está a punto de celebrar su 20 aniversario y por el que pasan unas 36.000 personas al año, es el proyecto de dos emprendedores, Borja Anabitarte y Lara Alonso del Cid, que con sólo 23 y 20 años respectivamente, comenzaron esta aventura empresarial. ¿Y por qué el nombre de Mentidero? Los mentideros eran espacios públicos que, durante los siglos XVI y XVII, se convirtieron en los centros de reunión del pueblo para discutir, opinar y conversar sobre la actualidad del momento y sentido al nombre del local, los cinco reservados con los que cuenta el establecimiento del local (desde dos a 25 personas) se han convertido en los mentideros más codiciados de Madrid, donde además de conversar, a diferencia de los antiguos, se pasa desapercibido y se practica el buen comer. Como bien explica Lara Alonso del Cid: "La comida es cosa nuestra y las verdades o mentiras que se hablen, de los comensales".
Por supuesto que la comida es cosa de Borja y Lara. Se nota. La excelencia es la norma de la casa. La calidad de la materia prima es una máxima que en este espacio se sigue al pie de la letra.
El steak tartar con mayonesa de trufa negra, donde la carne de solomillo cortada a cuchillo se mezcla con la trufa, un toque de picante y patatas fritas con torreznos ibéricos; las exquisitas alcachofas a baja temperatura en horno de leña con aceite de oliva, un clásico que se sirve incluso fuera de temporada porque se confitan para que duren todo el año, el laminado de atún rojo con soja dulce y aceite hirviendo, el wagyu laminado a la brasa con suave chimichurri o el solomillo de ternera al carbón de leña; o los excelentes pescados como el rodaballo o el rape. A ellos se unen platos típicos como los callos y morros con su suave toque picante. Todos ellos son algunos de los hits que a lo largo de los años han ido fidelizando a su clientela, que disfruta de los distintos espacios con los que cuenta El Mentidero de la Villa. Todo ello se suma a una impresionante bodega en la que podrás encontrar más de 150 vinos, desde los más clásicos hasta aquellos más especiales.
A la privilegiada localización y el ambiente acogedor del restaurante, se unen el servicio, el cuidado del detalle y, por supuesto, el buen hacer de la cocina, así como una privacidad garantizada gracias a los cinco reservados con los que cuenta el local -de dos a 25 plazas- en los que diariamente se cierran multitud de negocios y que cuentan con una ocupación cercana al 100%. Además de comedor y privados, el local cuenta con un espacio de corte casual, Mentidero & Gin, dedicado a la coctelería y el picoteo, bajo una fórmula de snack bar pensada para comer entre horas y para el afterwork, además de una estupenda terraza para disfrutar de los fantásticos días soleados que ofrece Madrid. Anímate a conocerlo. Aquí nada es mentira
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