LA HABITACIÓN MÁS PINTORESCA DE ITALIA
Cada vez son más los que se apuntan a dormir bajo las estrellas en las cumbres de las cordilleras más importantes de Europa. Así, no faltan opciones de hoteles cápsula y con todo tipo de diseños por diferentes países y montañas. Sin embargo, ninguna es tan particular como la Starlight Room, una mini cabaña que se encuentra en la cima de uno de los picos de los Dolomitas, en pleno corazón de Italia.
La cita es la localidad de Col Gallina, en Cortina d'Ampezzo, a 2.055 metros de altura sobre el nivel del mar. Allí nos espera un pequeño hogar que, realmente, no se trata de una cabaña cualquiera. La Starlight es todo un ingenio de diseño. Se trata realmente de una especie de cubo en el que buena parte de sus paredes se han fabricado en vidrio resistente, lo que permite ver en todo momento lo que ocurre a nuestro alrededor, así como la imagen más bucólica que van persiguiendo quienes la alquilan: el poder dormirse mientras ven en directo las estrellas brillar sobre ellos, ya que el techo también es transparente y no solo las paredes.
Además, otra de las razones por las que este alojamiento es tan diferente a otros que buscan el mismo objetivo es que la cabaña es trasladable fácilmente gracias a una especie de esquíes con los que se la ha equipado, bajo el suelo de madera y que solo se activan cuando debe moverse la habitación, quedando fuera de uso al quedar clavada a un sitio concreto. Así, si el huésped prefiere otra cima o la que está prevista no tiene la cantidad de nueve suficiente para disfrutar al máximo, basta con deslizarse hasta una nueva ubicación.
Además de vidrio, la cabaña Starlight Room se ha fabricado con maderas de los propios Dolomitas, así como metal y aislantes naturales. Dentro podremos encontrar una cama ajustable que ocupa prácticamente todo el suelo, así como un televisor, un reproductor de mp3 y un sistema de calefacción. Eso es todo. No hay ni baño, ni cocina; y tampoco tendremos Internet, salvo que nuestro propio teléfono tenga cobertura (lo que dependerá del lugar donde la instalemos).
El precio por pasar una noche en esta cabaña tan original es de unos 380 €/noche y, como ocurre con los paradisíacos resorts de la Polinesia en islas perdidas, llegar hasta allí es también una aventura. Pero si en los primeros se trata de coger un hidroavión o una lancha, en este caso es necesario hacerse con una de las motos de nieve que la organización pone a disposición de los huéspedes para, con chófer, subirles hasta la cima, que en muchos casos superará los 2.000 metros sobre el nivel del mar.
Por cierto, que la noche en la Starlight Room de Col Gallina es mucho más que la pernocta. Los 300 €/noche dan derecho también a una cena con vino Cabernet, tarta de chocolate con salsa de vainilla, entrantes y dos platos; así como el transporte y unos amenities esperando en la habitación: chocolate y un poco de grappa.