Italia
Sobran los motivos para enamorarse de Italia pero sus ciudades Patrimonio de la Humanidad aglutinan, probablemente, la mayoría de esos motivos.
Italia es Roma y es mucho más que Roma, es decir, es Roma (el Imperio) y más que Roma (la ciudad), es un país rico en historia y en parajes naturales, en vestigios arqueológicos, en huertos, en moda, en tecnología, en diseño, en automoción... Es un país muy de norte y sur porque es un país largo y estrecho en el que siempre es verano en el sur mientras en su norte con conjura lo más granado de su industria y su capacidad creativa; es además un país diverso y es, junto a Grecia, el origen de nuestra civilización. Y por eso, porque es el origen de nuestra civilización, es también el país del mundo con mayor número de sitios declarados Patrimonio de la Humanidad (seguido por China y España); resulta imposible recorrer todos los Patrimonios de la Humanidad italianos en una escapada a esta país mediterráneo, es incluso imposible en un viaje de 10 o 15 días por eso es importante tenerlos bien localizados, hoy vamos a repasar cuales son las 15 ciudades de Italia que han sido reconocidas, ellas en su conjunto o al menos su casco histórico al completo, como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Si te decimos que Roma, Florencia o Venecia están en esa lista seguro que no te sorprendemos ni un ápice, seguro que ya se te había ocurrido que Roma con todos sus vestigios romanos empezando por el Coliseo y con el inmenso patrimonio que atesora en el Vaticano (que sin ser Roma, es Roma...) encabezaría esta lista, lo mismo sucede con Florencia y la mítica cúpula de Brunelleschi o Venecia y su famosa plaza de San Marcos; pero lo cierto es que el patrimonio de Italia va mucho más allá de estos tres míticos enclaves.
Si empezamos nuestra ruta por las ciudades Patrimonio de la Humanidad italianas por el sur tendrías que empezar en Alberobello, famoso por sus peculiares cabañas de piedra caliza y tejado en forma de cono llamas Trullos; a continuación nos desplazaríamos hasta Matera, donde nos enamoraríamos de su peculiar casco histórico y sus casas escavadas en la piedra caliza; antes de llegar a Roma tendríamos que hacer escala en Nápoles porque esta antiquísima ciudad atesora siglos de arte y arquitectura, imposible abandonarla sin visitar la Catedral de San Gennaro.
Llegamos a Roma y toca perderse por sus calles, recorrer la Roma histórica en sus sitios romanos y la Roma actual en su Vía del Corso, su Plaza de España y su Plaza Venecia además, por supuesto, de reservar un día completo para maravillarnos de tanta belleza como guarda el Vaticano: la basílica de San Pedro donde nos espera la Piedad de Miguel Angel, la Capilla Sixtina, frescos de Rafael...
Y nuestro viaje no ha hecho más que empezar por el grueso de ciudades Patrimonio de la Humanidad italianas no está al sur de Roma sino al norte: se trata de Asís, Siena, Urbino y San Gimignano antes de llegar a la mítica Florencia y, después de visitarla y de acercarnos también a Ferrara, todavía nos quedará cruzar el norte de Italia de este a oeste para terminar nuestro viaje visitando Venecia, Vicenza, Verona, Sabbioneta y Génova.